Martes, 13 de junio de 2006 | Hoy
DEPORTES › EL MAXIMO CANDIDATO DEL MUNDIAL, BRASIL, DEBUTA HOY EN BERLIN
“La gente espera mucho de él, pero no debe hacer más de lo que sabe, eso ya es mucho –lo elogió Ronaldo–. Si hace lo que hace en el Barcelona, estaremos todos contentos.” Según Zagallo, “el gaúcho va a reventar el Mundial”.
Por LUIS MARTIN *
Desde Francfort
En Brasil, Ronaldinho es conocido como El gaúcho y al gaúcho no lo han visto todavía más que en fotos. Abrazado primero por una rubia, que burló la seguridad en Wegis y se abalanzó sobre él al final de un entrenamiento y, el pasado miércoles, firmándole una camiseta a un niño de 11 años, de origen turco. Siguiendo el ejemplo de la garota, el crío se rió en la cara de la policía y saltó al campo para regocijo de las 25 mil personas que jalearon su osadía en el entrenamiento que montó aquí la FIFA. Eso, que se porte bien y sólo se lo vea besando niños, chicas o balones, les gusta a la hinchada, a Lula, al seleccionador Parreira y al ex Zagalo. Pero ha llegado la hora y sabe que se espera su sonrisa sobre el campo.
Ronaldinho sabe que no le puede fallar ni a su pueblo ni a sus compañeros ni tampoco a su patrocinador Nike, consciente de cómo lo necesita en su particular pelea comercial en terreno enemigo. Que se sepa, de su conducta hasta ahora no hay queja: sale en las fotos dando besos a niños, chicas y balones, con la bandana azul puesta. Y eso vende. Pero la hinchada quiere verlo sonreír por otras razones. Espera al gaúcho que lleva viendo los últimos dos años hacer diabluras en el Camp Nou, ese que no termina de ver vestido con la amarelha. Espera al gaúcho mágico porque de lo que saque de su galera dependerá mucho lo que acontezca en el campo un poco más adelante cuando la reciban Ronaldo y Adriano. “La gente espera mucho de él, pero no debe hacer más de lo que sabe, eso ya es mucho”, le recordó Ronaldo al gaúcho, con quien mantiene una buena relación. “Con que haga lo que hace en el Barcelona estaremos todos contentos”, insistió el delantero del Real Madrid, que reconoció haber jugado lo suficiente juntos como para entenderse bien: “Ronaldinho no es el del 2002, pero sigue jugando igual de bien al fútbol, si no mucho mejor. Su posición no cambió demasiado, mantiene toda la libertad del mundo para hacer lo que le da la gana, así que si hace lo que hace en el Barcelona, estaremos todos contentos”.
Parreira espera que juegue con la misma alegría que en el Barcelona: “Necesitamos a ese Ronaldinho, al de la sonrisa en la cara, porque eso será bueno para el juego de Brasil”. Es la misma sonrisa que le reclamó Lula, el presidente de Brasil. Le ganó la final de play-station a Emerson. Uno manejaba al Arsenal y el otro, ¡al Valencia! Por si no fuera poco su ascendente en el grupo, dicen que Ronaldinho también ha ganado el campeonato de ping-pong a sus compañeros. Una máquina de generar buen clima. Ante tales perspectivas, y viendo lo fino que está, es lógico que se espere lo máximo de Ronaldinho, que hoy llega a Berlín con la Selección y a quien el propio Maradona ha señalado como candidato a ser el mejor jugador de este Mundial.
“Físicamente sólo nos preocupó los tres primeros días”, explicó Moraci Santana, responsable del equipo de preparadores físicos de la selección brasileña que, como es tradición, no da datos del último pesaje de Ronaldinho, aunque los jugadores brasileños pasan por la báscula cada mañana. Resulta evidente que si lo sometieron a un plan de trabajo específico durante los primeros días de concentración no fue por sobrepeso. “Está perfecto”, le señala Santana. Lo cierto es que si a Ronaldo le preguntan constantemente sobre si está más o menos gordo, a Ronaldinho, todo lo contrario: la pregunta es sobre si está más delgado que cuando jugó la final de Europa. “¡Más fuerte, estoy más fuerte!”, suele contestar.
“Todo se lo ha ganado a pulso en estos cuatro años. Es el mejor del mundo y lo ha conseguido merecidamente, nadie se lo regaló”, dijo el domingo Ronaldo, de quien se ha escrito de todo hasta llegar aquí, a las puertas de Brandemburgo. Conquistado el mundo, es hora de que la sonrisa de Ronaldinho conquiste también Berlín... con la pelota en los pies. El ex seleccionador brasileño Zagalo lo tiene tan claro que ayer lanzó su pronóstico: “El gaúcho va a reventar el Mundial”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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