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Por J. J. P.
Desde Leipzig

1

Argentina jugó el peor de los cuatro partidos en el Mundial porque se encontró con un rival que produjo como contracara el mejor de sus cuatro partidos, achicando las distancias técnicas, tácticas y futbolísticas en muchos pasajes. Y hasta manejó el juego con cierta comodidad en otros.

2

En los 90 minutos todo resultó equilibrado y la justicia del empate no la podía discutir nadie. Pero en el alargue, en consonancia con la entrada de Messi y el bajón de los mexicanos, el juego empezó a inclinarse hacia el arco de Sánchez. Por ambición, oficio y porque llegó mucho más entero, el 2-1 es tan indiscutible como el empate del tiempo regular.

3

Argentina ligó lo que no había ligado contra Holanda aunque también hay que reconocerle a Maxi Rodríguez el mérito de haberse animado a pegarle al arco en esa pelota que le había quedado alta después de bajarla con el pecho. La pudo mandar a Berlín, la metió en la red.

4

Pekerman se guardó a Tevez, Aimar y Messi hasta los últimos minutos apostando a que, frescos, en el alargue, pudieran hacer la diferencia. Lavolpe se vio obligado a hacer los cambios antes, por distintas circunstancias.

5

El gol de Maxi fue un mazazo del cual los mexicanos no se pudieron reponer. Argentina, en cambio, encontró el empate muy rápidamente luego del gol de Márquez. Si el partido se complicó con el 1-1 no es difícil imaginarse lo que pudo haber ocurrido si no se empataba rápido.

6

Cuando Riquelme juega mal se le nota demasiado y hasta exaspera. Pero tampoco se le puede achacar toda la responsabilidad. El equipo necesita variantes, más movilidad y una eventual manija de repuesto. Lo intentó Cambiasso, pero también falló. A Maxi Rodríguez no se le puede pedir mucho más de lo que ya hace, que no es poco. Ayer, Riquelme se equivocó demasiado en pases sin obstáculos y el equipo lo sintió mucho.

7

Abbondanzieri intervino poco, pero no tuvo fallas en las que le tocó intervenir. Sin embargo, no tuvo demasiado respaldo en la línea de fondo. El primer centro terminó en gol y desde ahí cada pelota cruzada que caía sobre el área dejaba a todos sin aire. Con el Pato en ese nivel, el equipo tiene un poco de oxígeno.

8

La lesión de Pavel Pardo, que estaba manejando a su equipo desde el medio, benefició a Argentina. Mascherano, que había empezado mal, terminó haciéndose el dueño de la zona.

9

Es cierto que el línea se equivocó en el gol anulado, pero el árbitro dio una mano grande dejando en la cancha a Heinze que metió un patadón tremendo después de su macanazo.

10

La historia no juega, pero pesa. A la hora de la verdad, a los mexicanos les faltó ese plus que sí tiene Argentina aunque juegue mal.