Llegó la etapa decisiva de la Copa del Mundo, o de la Eurocopa, como quedó a partir del cuadro. En la llave en la que podría estar la Argentina, Alemania e Italia se cruzarán en Dortmund por un lugar en la final. Dos potencias mundiales, que reeditarán un viejo clásico de fútbol mundial, que cuenta con dos antecedentes memorables, ambos a favor de los italianos: en la semifinal de México 1970, cuando vencieron 4-3 en un suplementario infartante luego del 1-1 del tiempo reglamentario, y en la final de España 1982, cuando festejaron su tercer título del mundo gracias al triunfo 3-1 en la final.

Más allá de lo que significa una semifinal de un mundial, el partido ya se calentó por factores extrafutbolísticos, sobre todo en los medios. Los alemanes acusaron a los italianos de tener miedo por un video del partido Alemania-Argentina que facilitó un canal italiano, que determinó una prueba clave que utilizó la FIFA para suspender por dos partidos a Torsten Frings: uno lo cumplirá hoy; el otro quedará en suspenso durante seis meses, sujeto al comportamiento del mediocampista del Werder Bremen, al que se lo ve agrediendo a Julio Cruz.

Pero del otro lado, los italianos también mostraron su bronca por el tratamiento que les dispensaron algunos medios alemanes. Comentarios peyorativos en relación con la mafia y la inmigración italiana de hace algunas décadas enojaron a los jugadores italianos, que prometieron venganza dentro del campo.

El único que trató de quitarle dramatismo a la situación fue Michael Ballack, que ironizó con que su equipo no tiene ninguna posibilidad de ganar y, de paso, les tiró toda la presión a los adversarios. “Italia es el amplio favorito. Hace poco nos bailó 4-1 y siempre nos ganan, hasta en los clubes. No tenemos chances”, bromeó el líder del conjunto alemán. Más allá de la estadística en contra, los alemanes también se aferran a su excelente racha en Dortmund, donde ganaron 13 de los 14 partidos internacionales que disputaron en esa ciudad, con una única igualdad.

Lo cierto es que ambos llegaron a esta instancia con una trayectoria más pura en resultados que en rendimientos. Los dos ganaron cuatro de los cinco partidos disputados, con la diferencia que Alemania necesitó de los penales para eliminar a Argentina en un juego en el que fue superada durante bastante tiempo, mientras que Italia dejó dos puntos en el encuentro de primera fase ante Estados Unidos. Claro que ese empate resultó clave en el posterior desarrollo del campeonato, ya que algunos jugadores se mostraron disconformes con el planteo “audaz” del entrenador Marcello Lippi. Entonces, volvieron el “catenaccio” y los triunfos, y todos contentos.

Por lo que mostraron hasta ahora, Alemania buscará la iniciativa, con Ballack como eje, y buscará asistir a sus dos delanteros, Klose y Podolski, autores de ocho goles entre y la dupla ofensiva más potente del torneo. En cambio, Italia se sustentará en la seguridad defensiva que le otorgó su arquero Buffon, el mejor del torneo con un solo gol en contra –literal, se lo anotó el lateral Grosso–, y su línea de cuatro, siempre una garantía. La duda pasa por saber si Lippi utilizará dos delanteros, como hizo ante Ucrania, u optará con uno solo, como hizo ante República Checa, en un partido vital de la primera fase. Alemania-Italia siempre es un clásico y un partido que motiva. Aunque la sensación que queda es que hoy en Dortmund tendría que estar la Selección Argentina.