Ante el revés de la Alianza por México y el Partido Acción Nacional (PAN) en el estado de Oaxaca, el gremio docente se manifestó ayer satisfecho con el “voto de castigo” impulsado por sus bases junto con las organizaciones adheridas a la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO). “Hemos cumplido”, afirmó el secretario general de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Enrique Rueda Pacheco. Hace más de un mes que este gremio mantiene un conflicto con el gobierno estatal del priísta Ulises Ruiz, que desembocó semanas atrás en una cruenta represión, que dejó dos muertos. Estos enfrentamientos inclinaron finalmente la balanza a favor del candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador, en un estado que solía ser fiel al tradicional Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En el estado, la coalición de izquierda Por el Bien de Todos obtuvo un 46, 5 por ciento, contra un 30,5 por ciento del PRI y un 17,2 del oficialista PAN. La alianza de López Obrador también ganó dos bancas de senadores de mayoría relativa y nueve de las once de diputados. “Los resultados son un rotundo rechazo a los gobiernos federal y estatal por no atender las demandas del magisterio y del pueblo, así como por su política autoritaria y represiva”, concluyó Rueda Pacheco, que desde hace más de un mes mantiene un paro docente con ocupación del centro histórico de la capital estatal. El gremialista también anunció las acciones programadas por la asamblea estatal para esta semana. La instauración de un gobierno popular y la “toma” del antiguo palacio de gobierno quedaron suspendidas hasta que el Instituto Federal Electoral (IFE) dé a conocer el nombre del nuevo presidente de México, lo que probablemente no suceda hasta el próximo domingo.

El estado de Oaxaca también fue protagonista de uno de los sucesos más peculiares del día de ayer y que mejor demuestran el nivel de ansiedad que existe actualmente en todo México. Un grupo de votantes insatisfechos bloqueó la oficina del Consejo local del IFE y retuvo a su presidente, Carlos García Revilla, y a otros consejeros distritales, por más de siete horas. Los electorales cuestionaban algunas irregularidades y sólo permitieron la salida de los funcionarios electorales una vez que publicaron los resultados estatales del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).

* De La Jornada de México. Especial para Página/12.