Las sospechas sobre la actitud que adoptaría Gimnasia para los 45 minutos que tenía pendientes jugar frente a Boca, debido a la suspensión del partido correspondiente a la sexta fecha del torneo Apertura, pudieron despejarse apenas arrancó el encuentro que se completó anoche en el estadio Ciudad de La Plata. En menos de cuatro minutos, Boca dio vuelta el marcador con un penal de cuento, ejecutado por Martín Palermo, y un gol de Rodrigo Palacio, quien no encontró resistencia alguna en la última línea del conjunto platense, que sencillamente no lo vio pasar, o lo dejó.

No hubo espacio para el juego de especulaciones. Apenas corrían los primeros 50 segundos cuando Palacio corrió hacia el fondo habilitado por un pelotazo largo, dejó picar la pelota, pisó el área y fue torpemente derribado por Goux, quien de inmediato miró como sorprendido al árbitro Daniel Giménez, de flojo arbitraje, que no dudó en cobrar el penal.

Ahí nomás se despejaron las dudas: Gimnasia no parecía dispuesto a ofrecer batalla para cuidar el resultado parcial, que podía favorecer indirectamente a Estudiantes, su clásico rival. Es que el equipo de Simeone, que lo había goleado 7-0 en el clásico platense de la 11ª fecha, está prendido en la lucha por el campeonato, hasta ayer a sólo un punto de Boca, el líder: ahora está a cuatro.

Palermo ejecutó el penal arriba y a la izquierda, el arquero Kletnicki se quedó más o menos parado y Boca conseguía el 1-1 (ya que Gimnasia se había puesto en ventaja durante los primeros 45 minutos, disputados el 10 de setiembre, por intermedio del uruguayo Silva, también de penal).

Tampoco hubo lugar a las especulaciones con respecto a esta primera jugada del partido, porque tres minutos más tarde, en otra jugada para la polémica, Guillermo Barros Schelotto habilitó con una pelota en cortada a Palacio, que pasó sin peaje entre los centrales platenses y, tras esquivar la salida del arquero, puso de derecha el 2-1.

Así de simple, así de rápido, Boca pasó a ganar el partido y a estirar a cuatro la diferencia de puntos sobre sus dos escoltas, Estudiantes y River. Lo que siguió fue un monólogo ante un rival inexistente, tan ausente que ni siquiera protestó cuando, a los 4 del segundo tiempo de 23 minutos, en clarísima posición adelantada, Guillermo Marino anotó el 3-1. El gol vino luego de un tiro libre ejecutado por Schelotto, que Palacio bajó de cabeza para que el volante definiera con la pierna derecha. De los locales, sólo dos: un remate de Silva al lateral izquierdo, que se desvió en Silvestre, y un buen zurdazo de media distancia de Leguizamón, sobre el final, que Bobadilla mandó al corner.

El último gol de Boca lo marcó Palacio, con un derechazo cruzado, tras una linda jugada colectiva que incluyó una buena habilitación de Palermo. El partido estaba terminado un rato antes...

1-GIMNASIA

Kletnicki; Franco, Goux, San Esteban, Landa; Cabrera, Semino, Alderete, Dubarbier; Cuevas, Silva.

DT: Pedro Troglio.

4-BOCA

Bobadilla; Ibarra, Silvestre, Díaz, M. Rodríguez; Marino, Gago, Cardozo; B. Schelotto, Palermo, Palacio.

DT: Ricardo La Volpe.

Estadio: Ciudad de La Plata.

Arbitro: Daniel Giménez.

Goles: 1m Palermo (B), de penal, 4m y 41m, Palacio (B); 27m Marino (B). El gol de Gimnasia fue marcado por Silva a los 29m del partido suspendido el 10 de setiembre.

Cambios: ST 4m Leguizamón por Semino y Cornejo por Cuevas (G).