Desde que se supo que había desempate, algunos hinchas de Estudiantes se instalaron en la sede del club para conseguir entradas para la final ante Boca. Sin embargo, recién casi 24 horas después se conoció el estadio y el horario en que se disputará la definición, con varios cambios en el medio. Finalmente, el campeón del Apertura se resolverá mañana a partir de las 17.10 en la cancha de Vélez, luego de que se decidiera para los fines organizativos que la localía pasara a manos de Boca, y con ello el cambio de jurisdicción de provincia a Capital. Además, se decidió que Sergio Pezzotta será el árbitro del compromiso.

Cuando el empate entre Boca y Estudiantes en el cierre del Apertura parecía una cuestión sólo matemática, la final se programó para mañana a las 17 en el estadio de Racing, pero sin tener en cuenta que allí había previsto un recital privado de Soledad. Con la definición confirmada tras los resultados del domingo, desde Blanquiceleste SA informaron que la cancha no estaría disponible para ese día. Incluso, la Policía Bonaerense tampoco estaba dispuesta a prestar seguridad el miércoles, por un festejo interno. Por eso, en un primer momento se decidió postergar el encuentro hasta el jueves, pero en el mismo escenario.

Sin embargo, ante el pedido de ambos clubes de respetar la fecha original del encuentro, la primera resolución fue para que se disputara el encuentro en Vélez. No obstante, de inmediato surgió la voz del Coprosede en contra de esa medida. Desde el ente de seguridad provincial se promovía la imposibilidad de cambiar la jurisdicción, ya que Estudiantes figuraba como el organizador del compromiso. Incluso, con un detalle no menor. Como en la provincia de Buenos Aires se iba a aplicar el derecho de admisión, los líderes de la barra brava de Boca, encabezados por Rafael Di Zeo, no iban a poder ingresar. Entonces, la AFA lo reprogramó otra vez para el jueves, en Racing.

Claro que no fue la resolución definitiva. Ya cuando los dirigentes de ambos clubes se reunieron en la sede de la calle Viamonte, la mejor opción fue modificar la localía, con lo que la responsabilidad organizativa pasó a manos de Boca. De esa forma quedó saldado el cambio de jurisdicción, el problema que planteaba el Coprosede. Y claro, Di Zeo y sus súbditos no tendrán problemas para estar mañana en Liniers.