Con gran eficacia y con dos delanteros que siguen en racha, Vélez derrotó 3-0 a Banfield y es puntero del Clausura. El equipo de Tocalli no jugaba bien pero abrió el partido en el cierre de la primera mitad con un gol de Sena. En el segundo tiempo, manejó el trámite a su antojo y aparecieron sus “dos nueve”, Silva y Balvorín, para liquidar el encuentro.

Cuatro en el fondo, cuatro en el medio y dos tanques arriba. Así, calcados, estaban parados los dos equipos, estáticos, como las fichitas que se ponen en un pizarrón para marcar con qué dibujo jugará cada uno. Banfield llegaba a Liniers sabiéndose un equipo frágil y por eso intentó primero cuidar su arco y después, si se podía, intentar llegar al de enfrente. Vélez, en cambio, trataba de atacar pero no tenía ideas.

Entonces, entre tantas parejas armadas y tanto “orden táctico”, las escasas chances de gol llegaron gracias a jugadores que dejaron su rol inicial para sorprender en otra posición. Así, estuvo a punto de marcar Patiño, que tras un tiro de esquina se quedó en el medio del área, de nueve, y casi marca de cabeza. Y así lo empezó a ganar Vélez con la aparición por sorpresa de Sena, que luego de una de las tantas arremetidas del uruguayo Silva definió con un toque preciso al costado de Lucchetti. Premio para un jugador que salió del molde, dejó por un instante de ser referencia de su marcador y apareció en un lugar donde nadie lo esperaba.

Para Vélez, todo redondo. Abrió el marcador en el final de la primera mitad cuando aún no lo merecía y en el comienzo del segundo tiempo dio el segundo golpe tras un tiro libre de Lima, que rechazó Lucchetti, intentó definir Zapata (estaba un paso adelantado) y terminó empujando Silva. Con poquito de fútbol pero con mucha contundencia y oportunismo, Vélez sacaba dos de ventaja. A partir de ahí el partido se terminó. Banfield no tenía manera de descontar y Vélez, cuando logró triangular, liquidó el juego con un gran gol de Balvorín.