David Nalbandian instó a los españoles a no temer al público argentino en la final de la Copa Davis. “No tengan miedo, que lo van a disfrutar”, dijo el cordobés en una entrevista publicada en el diario La Voz del Interior. “Sería bueno jugar la final en Córdoba, más para mí, que voy a jugar en casa. Como cordobés, me encantaría que sea en mi provincia”, afirmó.

“Sé que se está trabajando para, deportivamente, conseguir el mejor escenario posible para ganar la final”, declaró Nalbandian desde Bariloche, donde se tomó unos días de vacaciones para esquiar en el Cerro Catedral. El número 7 del mundo regresará en pocos días a la actividad para prepararse para jugar los torneos “indoor” de Estocolmo, Madrid, Basilea y París-Bercy. “Nosotros vamos a dejar en claro dónde nos gustaría jugar para tener la ventaja deportiva. Obviamente, el polvo de ladrillo no sería el mejor para enfrentar a Nadal. La idea es jugar en una carpeta indoor”, señaló, antes de que Enrique Morea, el presidente de la AAT, opinara en sentido contrario.

Nalbandian afirmó incluso que en el marco de esa búsqueda de una ventaja deportiva prefieren “jugar en una ciudad con un poquito de altura, aunque no demasiada”, como la de Córdoba, ubicada a poco más de 300 metros sobre el nivel del mar. Al equipo español le molestó jugar la semifinal contra Estados Unidos en Madrid, ubicada a 600 metros sobre el nivel del mar, porque se quejaron de la altura.

Mientras tanto, el presidente de la Real Federación Española de Tenis, Pedro Muñoz, afirmó que los argentinos “están nerviosos” ante la final de Copa Davis. “Como Del Potro con Rafa (Nadal), yo se la voy a poner a ellos: ya están nerviosos. Quieren salir de su habitáculo ideal y eso quiere decir que están preocupados”, dijo Muñoz. “Me da igual dónde sea, pero yo creo que será en Buenos Aires. Aunque si Argentina está convencida de jugar en Córdoba, no creo que vaya a haber mayor problema”, apuntó.

Muñoz entendió el espíritu del mensaje de Del Potro a Nadal (“le vamos a sacar los calzones del orto”) basándose en el carácter latino de ambos países: “Tenemos nuestro ingenio y no hay que tomarlo ni como ofensa ni como insulto. Es una manera de comportarnos que tenemos ambos”.

Para Muñoz “va a ser un espectáculo inigualable. Será la mejor final de los próximos 100 años. Estoy seguro de que en un momento determinado habrá bravuconadas. Incluso yo me pienso quedar sin manos y seguramente del otro lado estará (Diego) Maradona o alguno de éstos y querrá callar con sus palmas o gritos las mías”. Muñoz pretende que haya al menos 4000 españoles en el estadio para alentar a Nadal y compañía, pero las reglas “dicen que lo obligatorio es el diez por ciento de la capacidad del estadio”, aclaró Barbara Travers, portavoz de la ITF.