Cesare Prandelli no esperó demasiado para renunciar a su cargo de entrenador de la selección de su país tras la eliminación del Mundial. “Asumo toda la responsabilidad por este proyecto técnico”, comentó a modo de autocrítica Prandelli, técnico de una Italia fuera de combate por segunda vez consecutiva en la primera ronda de una Copa del Mundo. Prandelli había renovado su vínculo con la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) antes de disputarse la Copa del Mundo y hasta la próxima Eurocopa Francia 2016. “Veremos más adelante”, respondió Prandelli, consultado sobre su futuro. El presidente de la Federación, Giancarlo Abete, consideró que el técnico “debería permanecer en el cargo porque se han hecho cosas muy buenas en los últimos cuatro años, en la Eurocopa y en la Copa Confederaciones”. Según Prandelli, “después de cuatro años de trabajo, una tarjeta roja pone en discusión todo. Ahora será tiempo de reflexión y después se verá”, se quejó el técnico sobre la expulsión de Claudio Marchisio. “Es absurdo terminar con diez un partido como éste. No era una falta de expulsión, pero le mostró tarjeta roja igual. El árbitro condicionó el partido, es más, diría que lo arruinó”, opinó. “Italia hizo un gran primer partido, malo el segundo y bien el tercero. Uruguay no pateó al arco, me molesta irme así.”