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El caso Desábato dejó al desnudo una relación de poder entre el presidente de la AFA, Julio Grondona, y el titular de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Nicolás Leoz. Es que a partir de las declaraciones de Grondona, que señaló que Desábato no debía pedir perdón porque no había hecho nada, el dirigente paraguayo se desdijo de sus declaraciones del jueves cuando aseguró que el defensor iba a ser expulsado de la Copa. Ayer, Leoz cambió su versión y destacó que no habrá ninguna sanción para Desábato hasta que se reúna el Comité Ejecutivo del organismo el próximo día 28. “Los reglamentos de la Confederación son muy claros, si el jugador ha sido expulsado por el árbitro, el jugador automáticamente queda suspendido por un juego, pero aquí, al no haber expulsión, no hay sanción”, afirmó Leoz, que no quiso hablar de sanciones ejemplificadoras. “Yo no puedo prejuzgar un hecho de esta naturaleza, tengo que pasarle los hechos al Comité Ejecutivo y a los presidentes de las respectivas federaciones para que hagan una valoración y expongan su opinión respecto a este hecho que ya ha tomado estado público”, indicó Leoz.