DEPORTES › VIERNES 21 A LAS 3.30, EN SHIZUOKA (JAPóN)
Inglaterra - Brasil
Lejos del tradicional estilo inglés de responder ataque por ataque, el equipo de Sven Goran Eriksson se mostró como el más sólido del torneo. En cuatro partidos recibió apenas un gol, gracias a la gran tarea de su línea de fondo. Por más que David Beckham no brilló, la dinámica que le aportan en el mediocampo sus compañeros en el Manchester, Nicky Butt y Paul Scholes, le alcanzó para justificar sus pretensiones. Parado de contragolpe, el equipo inglés se sintió muy cómodo, por lo que seguramente ante Brasil la táctica elegida será esa. Ahora todos rezan para que Michael Owen, su jugador más explosivo, llegue en condiciones para el partido ante Brasil.
Con el equipo de Luiz Felipe Scolari más que nunca se cumple el lugar común que dice que es una cosa cuando ataca y otra muy distinta cuando defiende. Con la inspiración de Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho, Juninho, más el aporte de los laterales, Brasil puede desequilibrar a cualquier defensa. No importa si juega bien, en un segundo está en condiciones de resolver un partido. Por el contrario, cuando un rival se le anima, los espacios aparecen, y el arquero Marcos comienza a transpirar. Turquía, Costa Rica y Bélgica ya se encargaron de demostrarlo. Lo de la ayuda arbitral es una circunstancia. Brasil llegó hasta los cuartos por mérito de sus atacantes.