¿Vas a terminar tu carrera en el país?

–Lo pensé muchas veces, pero me siento muy bien jugando afuera. Estoy en un buen nivel y me gustaría seguir jugando por lo menos los próximos dos años en ligas importantes. Después pensaré en otras cosas.

–Ser técnico de la Selección, por ejemplo...

–Esa es otra de las cosas que tengo en mente, pero todavía es una posibilidad que está lejos. Voy a seguir ligado siempre al vóleibol, sé que tengo muchas cosas para aportar.

–¿El rendimiento de la Liga local es una de las razones por las cuales el vóleibol argentino parece haberse estancado?

–Es difícil saber las razones. La Liga tiene un flojo nivel. Nunca termina de estabilizarse del todo. Por eso dudo en venir o no. El problema es que no genera dinero y tiene presupuestos muy bajos. Las empresas se acercan, pero cuando ven que no tiene las ganancias que esperaban, se retiran.

–¿Cómo afecta este tipo de mecanismos en los jugadores?

–Muchísimo, sobre todo a los más jóvenes. Sólo pueden adquirir experiencia y competir en gran nivel, me refiero al internacional, en los meses que juegan con la Selección y eso es muy poco tiempo.