Martes, 14 de noviembre de 2006 | Hoy
EL PAíS › OPINION
Por Miguel Talento *
Este 17 de noviembre hemos decidido celebrar el Día del Militante con una evocación a la figura de Gustavo Adolfo Rearte, figura emblemática del período denominado como la Resistencia Peronista.
En su persona convergen tanto la militancia sindical como la política. Su trayectoria se vincula con los principales momentos sociopolíticos del país entre 1955 y 1973, a saber: la fundación de la JP en el ’56; el Congreso Sindical de La Falda en el ’57; la toma del frigorífico Lisandro de la Torre en el ’59; la oposición al Plan Conintes; la fundación de la JRP y, luego el MRP; la declaración de Huerta Grande en el ’62; la constitución del que sería uno de los primeros organismos de derechos humanos en nuestro país, la Cofade –Comisión de Familiares de Detenidos Políticos– a mediados de los ’60; la constitución de la “CGT de los argentinos”; la persecución, represión y cárcel de todo ese período.
El 17 de noviembre nos remite a nuestro compromiso pasado y presente con la causa nacional y popular. La Resistencia Peronista de fines de los ’50, el “Luche y Vuelve” de fines de los ’60 y principios de los ’70 son emotivamente revividos en la figura de Rearte, y a través de su militancia la de todos aquellos compañeras y compañeros, la de aquellos que vivimos esos años de lucha y esperanza por una sociedad más justa y que hoy nos reencontramos junto a los que ya no están.
Este es el sentido que intentamos darle al merecido rescate de la figura de Rearte. Se trata de recuperar la centralidad de la política para construir una sociedad justa y moderna, ése es el legado que nos dejó la militancia del campo popular de esos años: la política vivida como herramienta privilegiada de cambio y generadora de justicia en una tierra de injusticia. El militante como artífice necesario, vehículo imprescindible y actor principal de una modificación sustantiva de la sociedad. La comprensión profunda de la realidad como prerrequisito de la acción exitosa, la capacidad para guiarla y la denuncia de un estado de cosas previa a la intervención política. El discurso político como acción. El análisis como fundamento y legitimación de la acción. El compromiso político como proyecto de vida.
Es por ello que, además del acto de homenaje a Rearte, desde la Dirección General de Cultura de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires venimos desarrollando programas institucionales que apunten a recrear y preservar esas experiencias convencidos de que en ellas se encuentran algunas claves fundamentales del pasado que nos ayudan a discutir el presente y discernir los caminos del futuro. En concreto, se trata de la creación de archivos especiales en la Biblioteca de la Legislatura y la edición de documentos alusivos. En este caso un cd-rom titulado Peronismo Revolucionario: Homenaje a Gustavo A. Rearte.
El documento intenta reflejar –desde fuentes primarias y secundarias de inestimable valor aportadas por sus familiares– el trascendental momento histórico que marca el proceso de resistencia y recuperación en el cual se embarcaron las generaciones de las décadas del ’60 y ’70 en la construcción y consolidación de una Nación Justa Libre y Soberana.
Entendemos que tanto la conservación como la preservación y organización de nuestro patrimonio histórico cultural y su puesta a disposición a la consulta del pueblo son objetivos fundamentales de una política de Estado. Sin dudas, la recuperación de este tipo de materiales, más allá de las preferencias o posiciones políticas de cada uno, es y debe ser una política pública donde su libre acceso ilumine esos años sumamente conflictivos, aunque de una riqueza y variedad sumamente relevantes en la historia de nuestro país.
* Vicepresidente II, Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
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