DEPORTES › OPINION
Que no se juegue
Por Diego Bonadeo
A partir de que nadie propuso debatir seriamente, si era exagerado o no que el juez Víctor Perrotta, a cargo en su momento de las cuestiones vinculadas a la violencia, insistiera en que no había en la Argentina ningún estadio de fútbol que cumpliera con todas las normas para estar habilitado, parece inocuo y bizantino seguir dando vueltas alrededor de cuestiones tangenciales al asunto, pero que de ninguna manera supone ir al fondo de la cuestión.
Que en este momento de la Argentina en disolución social, se piense en supuestas ventajas o desventajas deportivas, según en qué escenario se juegue un partido de fútbol, menospreciando con militante perversidad los riesgos de vida de quienes van a la cancha, supone el imperativo “¡que se vayan todos!”, no solamente para funcionarios y legisladores, sino también para dirigentes –de fútbol o no–, empresarios, comunicadores y demás cómplices del caos y la corrupción.
En vez de buscarles soluciones a las cuestiones de fondo, como siempre, o como casi siempre, la semana futbolística se están yendo en discurrir, no sobre dónde “debieran” jugar Racing e Independiente, sino sobre dónde “van” a jugar.
Pareciera que lo importante solamente es la decisión sobre el escenario y no la discusión sobre si el escenario –sea cual fuere– es el adecuado.
Es más o menos lo mismo que sucede alrededor de la posibilidad de que otra vez Raúl Madero sea el médico de la selección. Como si solamente importara la noticia, y no el bidón con vomitivo que el cuerpo técnico a cargo de Bilardo, del que Madero formaba parte, le ofreció como agua al brasileño Branco, durante el mundial de Italia en 1990.
Si pese a las prevenciones de Perrotta, el estadio de Independiente reúne las pautas de seguridad requeridas, que allí jueguen Independiente y Racing y que en los desquites se juegue en Racing, si para entonces las cosas están en regla. Si River debe ser el escenario que así sea y Racing será local allí. Si es otro el lugar que cumple los requisitos, que ése sea el elegido para el partido. Y si se entiende que no hay ninguno, porque corren riesgos la vida y la seguridad de los hinchas, pues que no se juegue. Ni ese partido ni ningún otro.