Viernes, 1 de agosto de 2008 | Hoy
ECONOMíA › AYER SE ELIMINARON PREMIOS PREVISTOS EN EL PUREE PARA LOS USUARIOS DE MAS DE 1000 KW/H
El Gobierno aseguró que la suba de la tarifa eléctrica y la eliminación de los premios es para ampliar la capacidad del sistema. Sin embargo, el presidente de Edenor sostuvo ayer que sólo alcanza para compensar mayores costos.
Por Cledis Candelaresi
El Gobierno oficializó ayer un cambio en el Plan del Uso Racional de la Energía Eléctrica (Puree), por el cual ya no habrá premios para los usuarios de más de 1000 kilowatt/hora bimestrales que consuman menos que en el año 2005. Esta modificación es corolario del ajuste de tarifas eléctricas que se acaba de anunciar, fundando tal medida en la necesidad, según afirman desde el oficialismo, de costear obras para ampliar la capacidad del sistema. Sin embargo, los empresarios sostienen que el verdadero propósito del incremento es compensar a las compañías por los mayores costos que tuvieron que afrontar hasta la primavera pasada. Así lo reconoció ayer públicamente Alejandro Mc Farlane, presidente de Edenor.
El ministro de Planificación Federal anunció el martes un aumento para las tarifas eléctricas a partir del 1° de julio, que será del 10 por ciento para comercios e industrias y oscilará entre el 10 y el 30 para los usuarios residenciales que demandan más de 650 kw/h por bimestre, siendo mayor para los que más consumen. Según sostuvieron Julio De Vido y los propios voceros de la distribuidora de la zona norte de Capital Federal y el Conurbano en el momento de dar a conocer las subas, los 300 millones de pesos adicionales de recaudación anual que tendrían Edenor, Edesur y Edelap en virtud de esa recomposición servirían para costear inversiones por un monto de 6000 millones de pesos en la próxima década. El entusiasmo por presentar el tema de este modo fue tal que en el listado de obras se incluyó una subestación que cofinancia el Estado. Pero aunque el dinero sea fungible y por ello es difícil seguir la ruta de cada billete, bien puede decirse que aquel dato no es exacto.
El reciente ajuste tarifario fue autorizado por el Gobierno para compensar a las empresas por incrementos en sus costos, que debieron afrontar desde abril del 2006 a octubre del 2007, según una dinámica establecida en el Acuerdo de Renegociación de Contratos vigente. Allí se previó que si los costos se disparan en un semestre por encima del 5 por ciento, las distribuidoras tienen derecho a solicitar una compensación que casi se automatiza si el encarecimiento supera el 10 por ciento. Este principio fue un logro de las empresas, que vinieron bregando por ese paraguas para su negocio, que todas las privatizadas anhelan: trasladar a tarifa los aumentos en sus insumos.
Hasta ahora, el Gobierno honró aquella obligación cediendo a favor de las empresas la recaudación adicional que queda del Puree. Este sistema penaliza económicamente a los usuarios que consuman más que en el 2005 y beneficia con un descuento a los que demanden menos. Pero como el uso de energía vino aumentando sistemáticamente, siempre hubo un saldo positivo que las empresas estaban reteniendo para compensar los aumentos en sus costos. Valga un ejemplo: Edesur recauda por castigos 18 millones de pesos en un mes y bonifica por 10 millones, lo que le deja un neto de 8. Redondeando, son cerca de 100 millones de pesos al año para su caja.
En el caso de Edenor, durante todo el 2007 hubo 53 por ciento de penalizados, 22 por ciento de bonificados y el resto son aquellos usuarios que quedaron fueron del régimen (quienes consumen menos de 300 kw/h por bimestre).
De ahora en más, el Puree no permitirá bonificar nada a los usuarios por encima de 1000 kw/h aunque ahorren, aunque sí estarán sujetos a las penalidades, aplicadas a través de un cargo sobre sus facturas (lo mismo para los usuarios que demanden más de 1000 metros cúbicos de gas anuales). A ellos también les corresponden los aumentos tarifarios mayores, que superan el 20 por ciento, presunta prueba del carácter progresista que tiene la modificación tarifaria anunciada.
No hay dudas de que el aumento tarifario será mayor para los que más consumen y que se exceptúa a los que estén por debajo de los 650 kw/h. Pero el verdadero perfil de consumidor involucrado, sin embargo, no es muy preciso y nada permite descartar que muchos hogares humildes queden incluidos en el aumento ya que, al estar fuera del alcance de las redes de gas natural, usan la electricidad para calefaccionarse o cocinar. Posiblemente un tema que habrá surgido ayer en el cónclave del directorio del Enre, encargado de elaborar el nuevo cuadro tarifario.
Este ajuste, sumado a aquel saldo a favor del Puree, compensa parte de los mayores costos de las distribuidoras. Pero aún falta la Revisión Tarifaria Integral, pospuesta para marzo del 2009. El Gobierno tiene tiempo hasta entonces para revisar los números y elaborar un cuadro definitivo de precios de la energía, que contemple las necesidades operativas y de inversión. Previsiblemente, entonces habrá un segundo retoque de tarifas general, que también afectará a los domicilios.
Según Mc Farlane, el flamante aumento servirá para “disminuir la necesidad de financiamiento y afrontar aumentos salariales”, entre otros insumos. Pero, según el ejecutivo de Edenor, cuando se retomen las conversaciones con el Gobierno, la meta será cambiar condiciones para que la “empresa sea también rentable”. Esta distribuidora no repartió dividendos en los últimos años. Edesur, que hoy manda su último balance a la Bolsa, tampoco muestra una situación muy holgada.
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