ECONOMíA › CASTIGAR EL CONSUMO ELECTRICO ALTO PUEDE SER REGRESIVO

No da igual con o sin gas

En zonas pobres sin acceso a la red de gas natural, el castigo que el nuevo esquema tarifario eléctrico les impone a los altos consumos puede resultar muy gravoso, sobre todo por el alto costo de calefaccionarse a electricidad.

 Por Raúl Dellatorre


El simulador de consumo de Edenor en Internet.
Hogares pobres sin gas vulnerables a la suba.

Consumir electricidad por más de 650 kilowatts hora por bimestre en el hogar no es necesariamente sinónimo de alto poder adquisitivo. Usar menos de 200 kw tampoco significa que se trata de un hogar pobre. La variación en el nivel de consumo eléctrico entre distintos artefactos, independientemente de su utilidad, señala que, para los hogares sin acceso a la red de gas domiciliario, calefaccionarse en invierno puede resultar muy caro. Dos estufas a cuarzo, prendidas apenas durante una hora por día a lo largo de un bimestre, consumen la misma electricidad que una heladera con freezer permanentemente encendida. Pero un turbo calefactor consume el doble que una estufa de cuarzo. Una ducha eléctrica utiliza, por hora, 20 por ciento más electricidad que un aire acondicionado.

En base a un esquema de consumo eléctrico por artefacto que la distribuidora Edenor ha colocado en su sitio de Internet, y un “simulador” que calcula el consumo acumulado bimestral del hogar virtual de acuerdo con la descripción de sus propios usos y costumbres, se podría arribar a conclusiones sorprendentes.

Por ejemplo, supongamos el caso de una persona sola, que trabaje fuera de la casa o realice alguna actividad después de la jornada laboral y regrese al anochecer a su hogar con servicio de gas domiciliario. Es razonable pensar que a la mañana no haga uso de más artefactos eléctricos que la heladera, la luz del baño, una cafetera y quizás una radio o videograbadora. Por la noche, al volver, usará su computadora, verá un rato de televisión y escuchará música en su minicomponente antes de irse a dormir, utilizando en el trayecto todas las luces necesarias. La demanda promedio de dicha persona, suponiendo una temporada en la que cena y duerme con el aire acondicionado prendido, difícilmente supere los 650 kw/h por bimestre y quizá ni se acerque a esa cifra.

Ahora, con el mismo “simulador”, tomamos el caso de una familia numerosa (tres hijos), pero viviendo en tres ambientes, sin acceso al gas de red. Para bañarse necesitará ducha eléctrica. Supongamos que se calefacciona las horas que permanece en el hogar a través de un radiador y una estufa de cuarzo, que tiene heladera pero requiere cocina eléctrica para preparar la comida, que mira el único televisor de la casa durante 3 horas diarias, pero no computadora. Con todas esas limitaciones, muy probablemente sus consumos superen los 1000 kw/hora bimestrales. A partir de este mes, duro es decirlo, su tarifa aumentará un 25 por ciento, al menos. El nuevo cuadro tarifario, según se ve, no garantiza una mejor distribución del ingreso cuando el acceso a los servicios públicos, como el gas, no es universal para todos los hogares.

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