ECONOMíA › SALVATAJE FRANCéS A RENAULT Y CITROëN. DESPIDOS EN NISSAN

Crisis inédita de las automotrices

La crisis se traslada de una orilla a la otra del Océano Atlántico, llevando sus efectos devastadores a las economías de Europa y Estados Unidos. También ya alcanzó al sector real en los países asiáticos. Mientras que el Senado norteamericano estudia el paquete que el flamante presidente Barack Obama impulsa para salir de la recesión, en el Viejo Continente las ayudas se multiplican sin lograr resultados contundentes. El gobierno francés anunció un programa de rescate para las automotrices PSA Peugeot Citroën y Renault por unos 10.200 millones de dólares. La condición es que conserven sus plantas y el actual nivel de empleo. En tanto, para el constructor de vehículos japonés Nissan mantener la nómina de trabajadores se convirtió en un problema, por lo que ayer informó que suprimirá 20.000 empleos en todo el mundo.

El contagio de la crisis está afectando distintas esferas de la economía global. Luego de debilitar el sistema financiero, ahora su mayor impacto se verifica en el campo industrial. La paralización del consumo tiñó de rojo los balances de las principales firmas, y en esa tendencia negativa el rubro automotor se exhibe como uno de los más perjudicados. La variable de ajuste de las compañías para contener sus pérdidas volvió a ser la mano de obra. Los actuales niveles de despido no hallan registro en los últimos treinta años.

Las automotrices francesas Renault y PSA Peugeot Citroën recibirán 6500 millones de euros en crédito del gobierno. El presidente galo, Nicolas Sarkozy, anunció una línea de préstamos directos para la terminales a cambio de que “no haya cierres de fábricas ni despidos en Francia”. La compañías recibirán los aportes de capital bajo la forma de créditos preferenciales a un plazo de cinco años y a una tasa de interés del 6 por ciento. Sarkozy insistió en que la inyección “no es para enterarnos de que una nueva fábrica se va a la República Checa o a otro sitio”. El paquete de ayuda con otros 2000 millones de euros destinados a las entidades de financiación de las automotrices y 600 millones para autopartistas y proveedores, con un incremento de las indemnizaciones por paros parciales. Las cifras con los resultados financieros de ambas empresas para 2008 se conocerán esta semana. Sin embargo, los números relativos a las ventas hacen prever lo peor, ya que en el caso de PSA cayeron un 11 por ciento el año pasado, mientras que las de Renault, un 21 por ciento.

Por su parte, la japonesa Nissan anunció la supresión de 20.000 empleos en todo el mundo y un plan de austeridad para superar los efectos de la crisis económica. De todos modos, no podrá evitar pérdidas para el ejercicio 2008-2009. “Estamos afectados por tres dificultades simultáneas: la crisis del crédito, la recesión económica y el refuerzo del yen”, argumentó el presidente de Nissan, Carlos Ghosn.

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