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El Gobierno oficializó ayer el reparto de forrajes que viene realizando el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, entre los productores afectados por la sequía. La resolución 17, publicada en el Boletín Oficial, designa como beneficiarios a quienes posean hasta 300 cabezas de ganado en pie y aclara que en algunos casos ese límite podría ser de hasta 500 cabezas. Para neutralizar las críticas que recibió la iniciativa por parte de los intendentes y gobernadores que se sintieron “puenteados” por Moreno, se aclara que la asistencia deberá ser gestionada a través de las municipalidades o entidades rurales, pero también se aceptarán presentaciones individuales. La documentación deberá ser presentada ante la Secretaría de Comercio Interior para su aprobación. La Cámara de la Industria Aceitera gestionará los cereales ante las empresas exportadoras, los cuales serán comprados por el Gobierno a un precio no mayor a la cotización de pizarra vigente en el Puerto de Rosario.

Confederaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) rechazó ayer en duros términos la oficialización del mecanismo que avala la intervención de Moreno. Su titular, Pedro Apaolaza, calificó la resolución como “una nueva afrenta a los productores, quienes sólo responderán a la Secretaría de Agricultura, organismo naturalmente facultado técnica y jurídicamente para responder a los problemas sectoriales”.

La reacción de Carbap no está destinada sólo al Gobierno. Con su rechazo también busca disciplinar a los productores, pues teme que algunos se conviertan en interlocutores privilegiados de Moreno, dejando de lado a la entidad. De hecho, eso fue lo que ocurrió a comienzos de enero cuando la ex vicepresidenta de Carbap Analía Quiroga y el productor Juan Manuel Garciarena se reunieron con el secretario de Comercio y lograron que éste enviara miles de toneladas de maíz a las localidades de Villa Iris, Villarino y Carmen de Patagones, las cuales se distribuyeron sin darles participación a los intendentes y a las organizaciones rurales que integran la Comisión de Enlace. “Moreno es irrefrenable en su afán de dividir a los productores”, aseguró ayer Apaolaza.

En Carbap remarcan que el mecanismo dará lugar a prácticas clientelares, pero lo cierto es que no es demasiado diferente a los repartos que suelen implementar en situaciones similares la Secretaría de Agricultura y las intendencias, aunque en esos casos las entidades rurales tienen mayor participación. Por lo tanto, tal vez lo que molesta no es tanto el clientelismo en sí mismo, sino el clientelismo ajeno.

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