La propuesta de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de acercar posiciones con el empresariado tuvo una respuesta favorable de varios de ellos. Directivos de las principales compañías del país que participaron anteayer del encuentro con la jefa de Estado en la quinta de Olivos se mostraron menos beligerantes y más abiertos al diálogo. Los concurrentes coincidieron en que el encuentro sirvió para tener una “mejor perspectiva para el año próximo”. A pesar de los roces que hubo durante el año, la invitación de la Presidenta logró acercar posiciones. No obstante, los sectores más intransigentes, entre los que se destacan los dirigentes de las corporaciones agropecuarias –que no fueron invitados a la cena–, continúan con sus quejas y sus amenazas. Por su parte, un amplio sector de la pequeña y mediana empresa celebró el acercamiento, aunque expresó su disconformidad por no haber sido incluidos en la lista.

“Fue un evento que, en cierta forma, todos estábamos esperando”, aseguró a Página/12 el director de TN&Platex, Aldo Karagozian. El empresario, ex presidente de ProTejer, reiteró que la reunión fue “cordial” y que el ambiente se tornó “propicio” para un acercamiento. Entre los asistentes se pudo ver a directivos que durante el último tiempo habían criticado duramente la política económica. Es así que Luis Pagani (Arcor) y Luis Betnaza (Techint) compartieron mesa con Cristina Fernández. “Ellos estuvieron a la derecha e izquierda de la Presidenta. Es que empresas de ese tamaño tienen que tener diálogo abierto con el Gobierno”, relató Karagozian.

Si bien no estuvo presente la Mesa de Enlace, el sector agroexportador tuvo representación. Se sentaron a la mesa principal Federico Nicholson (Ledesma) y Gustavo Grobocopatel (Los Grobo). También hubo empresarios más chicos de la actividad. “No era un encuentro con representación a través de las cámaras. Se invitó a empresarios y dueños de compañías grandes en la Argentina. Tampoco estuvieron bien representadas las pymes”, argumentó a este diario un industrial cercano al Gobierno.

La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios distribuyó un comunicado destacando el “fortalecimiento del diálogo entre el Poder Ejecutivo y las empresas”. No obstante, señalan que lamentan no “ser incluidos en el directo intercambio de ideas con la Presidenta. “Entendemos el acercamiento del Gobierno a las corporaciones que prometen grandes inversiones, pero como artífices de la diversidad productiva y de la distribución de la riqueza, los empresarios pymes necesitamos y reclamamos ser incluidos en el diálogo”, señala el texto. La entidad recuerda el “firme apoyo a la gestión” y la “defensa y respeto por las instituciones”. Y agrega: “No participamos de manifestaciones desestabilizadoras o actitudes antidemocráticas sólo para salvar nuestros intereses como sí lo han hecho otros sectores en reiteradas oportunidades”.

El vicepresidente de la Unión Industrial, Ignacio de Mendiguren, sostuvo que los empresarios se llevaron como conclusión una “mejor perspectiva” respecto de la salida de la crisis internacional, la recuperación de Brasil y China, la lluvia para el campo y de una situación favorable para las pymes. “Hay un mejor clima para 2010 que en 2009, lo que falta es bajar el nivel de conflictividad, y ayer la Presidenta dio un paso concentrado en eso”, señaló De Mendiguren, quien integra la Junta Directiva de la entidad fabril, crítica del Gobierno desde la presidencia de Héctor Méndez. Este empresario no estuvo en la cena.

Por su parte, el titular de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, calificó como “muy buena, amena e interesante” la reunión. “Imagínese si hubo buen clima que duró hasta casi las tres de la mañana”, graficó el empresario. Wagner coincidió en que las perspectivas que quedaron plasmadas para el año próximo “son muy buenas, optimistas e interesantes”. “El 2009 terminó mucho mejor de lo esperado; al principio se suponía que la crisis internacional iba a impactar mucho más, pero las perspectivas son buenas”, agregó.

En tanto, el presidente del Grupo Pampa Energía, Marcelo Mindlin, afirmó que el encuentro “fue un momento muy importante”. “Yo soy un convencido como muchos otros hombres de negocios y políticos de que nunca es mucho el diálogo. Cuanto más diálogo, mejor; cuanto más intercambio de ideas, mejor. Creo que la Presidenta abrió un espacio”, aseguró Mindlin. Karagozian aseguró que el diálogo está “destruido” y es necesario “reconstruirlo”. “No hace falta estar en todo de acuerdo y tampoco debe esperarse que el Gobierno cumpla con todas las demandas de los empresarios. De todos modos, es posible recrear la confianza y no requiere mucho esfuerzo. Los puentes están tendidos”, concluyó el empresario del sector textil.