Jueves, 21 de enero de 2010 | Hoy
ECONOMíA › EL DESEMPLEO BAJó AL 8,4 POR CIENTO EN EL CUARTO TRIMESTRE DE 2009, TRAS HABER LLEGADO AL 9,1 EN EL TERCERO
El dato, anticipado por la Presidenta de la Nación, marca la reversión, hacia fin de año, del temor empresario a contratar por la crisis mundial. También incidieron los planes oficiales de estímulo, coinciden los expertos.
El año 2009 cerró con una desocupación de 8,4 por ciento en el cuarto trimestre, una merma con respecto al tercero, que había registrado una tasa de 9,1. Lo anunció ayer la presidenta Cristina Fernández, de forma anticipada a la publicación del Indec. Quiebra la tendencia depresiva de los tres trimestres anteriores y permite reubicar el índice en el mismo valor que a principios de año. El Gobierno llevó adelante una serie de medidas puntuales que permitieron controlar el desempleo, como el subsidio que reciben empresas para pagar salarios y los controles a la importación en sectores sensibles. De todas formas, los especialistas resaltan que el alto nivel de informalidad es una grave falencia aún no resuelta.
El recorrido del desempleo, desde que comenzó la crisis, venía siendo ascendente. Desde 7,3 sobre el final de 2008 subió a 8,4 en el comienzo de 2009. Luego se incrementó a 8,8, hasta llegar a 9,1 en el tercer trimestre. La baja hasta 8,4 que anticipó Cristina manifiesta que la cantidad de trabajadores que no encuentra trabajo disminuyó por primera vez desde el inicio de la crisis. El avance en el nivel de actividad sobre el final del año y su impacto positivo en el empleo explica la baja en la desocupación. Según los últimos datos industriales, la evolución más favorable proviene del sector automotor y textil.
Para Mariana González, investigadora del Cenda, la evolución positiva de los socios comerciales, especialmente Brasil, tuvo influencia en el empleo local, en buena medida a través de la industria automotriz. También remarcó que la mejora en la competitividad cambiaria, por la leve alza nominal durante el año y la apreciación real en países con los cuales hay comercio fluido, motivó una mejora en la actividad y en el empleo.
Con el objetivo de preservar los puestos de trabajo frente a las condiciones recesivas de la crisis internacional, el Gobierno desplegó el Programa de Recuperación Productiva (Repro). Llegó a casi 140 mil trabajadores, cuyo salario fue cubierto en parte por el Estado, subsidiando a las empresas con dificultades económicas. El 96,6 por ciento de las empresas beneficiadas son pequeñas y medianas, aunque sólo 92 compañías grandes concentran el 37 por ciento de los fondos.
“El plan Repro es de gran magnitud, teniendo en cuenta que la crisis no fue de la profundidad que se esperaba. Fue una contención al impacto negativo que tuvieron empresas fundamentalmente grandes”, explicó a Página/12 Mariano Feliz, investigador del Conicet. A la vez, resaltó que el plan oficial “Argentina trabaja”, que crea puestos de trabajo en cooperativas, pudo haber tenido impacto para contener el desempleo. También destacó la fuerte expansión del gasto público para sostener el nivel de actividad.
“El mercado laboral se encuentra con el mejor nivel de trabajo registrado de los últimos 30 años”, destacó la Presidenta. Sin embargo, el crecimiento del empleo en el modelo de posconvertibilidad encuentra graves falencias por el lado de la informalidad, que afecta al 36 por ciento de los trabajadores. En ese plano “no parece haber habido grandes cambios”, resaltó Feliz.
En materia comercial, el control de importaciones también fue un factor relevante para preservar puestos. La fuerte presión que generan los saldos exportables acumulados en las “potencias emergentes” reduce los precios de las importaciones y hace peligrar el nivel de actividad en los sectores competidores internos. Según datos del Ministerio de Industria y Turismo, la aplicación de licencias no automáticas de importación y medidas antidumping permitió resguardar 563.880 empleos. Se enfocaron sobre los sectores “sensibles”, como textiles, muebles de madera y bienes de capital, donde el capital invertido en mano de obra ocupa una porción preponderante.
En el plano regional, mientras Brasil presenta una desocupación de 7,4 por ciento y durante el año logró crear casi un millón de puestos de trabajo, en Chile la suba interanual para el último trimestre del año fue de 1,6 puntos y la tasa llegó a 9,1. Para América latina y el Caribe, la OIT informó que la crisis se cobró 2,2 millones de puestos de trabajo y el desempleo pasó en 2009 de 7,5 a 8,4 por ciento. En 2010, la organización prevé una leve baja de la desocupación hasta 8,2 por ciento.
En los países industrializados, el impacto en el empleo ha sido mayor. En Estados Unidos, el desempleo llega al 10 por ciento (se duplicó desde el inicio de la crisis, dos años atrás) al igual que en la Unión Europea, que presenta el nivel más alto de desempleo desde 1998.
Informe: Javier Lewkowicz.
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