Juan Carlos Fabrega celebró ayer su aniversario 41 como empleado del Banco Nación. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner le entregó el mayor obsequio al que podía aspirar después de toda una vida en la entidad: lo designó como su presidente en reemplazo de Mercedes Marcó del Pont, quien pasará a ocupar la jefatura del Banco Central. Fabrega se venía desempeñando como gerente general del Nación desde octubre de 2003, promovido por la entonces titular del banco, Felisa Miceli, pero antes había pasado por los más variados puestos. El primero que tuvo fue como auxiliar, a los 18 años en Río Gallegos, adonde residía desde tres años antes junto a su familia y había conocido a Néstor Kirchner, ahora promotor de su ascenso.

Fabrega tiene 61 años y es oriundo de Mendoza. A los 15 se mudó a Santa Cruz por el traslado de su padre militar a esa provincia. En aquellos años escolares conoció a Kirchner y el vínculo entre ambos se mantiene hasta el presente. Mientras Kirchner avanzaba en su carrera política, Fabrega lo hacía en el Nación: fue gerente de sucursal, gerente zonal y era subgerente comercial general cuando Miceli lo nombró gerente general, por recomendación de su antiguo amigo del sur.

Fuentes del Banco Nación indicaron a este diario que Fabrega también tiene una relación fluida con el ministro de Planificación, Julio De Vido. A fines del año pasado circularon versiones que indicaban que podría llegar a reemplazar a Marcó del Pont en la presidencia del banco. Sin embargo, semanas atrás la funcionaria fue ratificada en su cargo por cuatro años. Cristina le había renovado el mandato tal como establece la Carta Orgánica del Nación. Aquellas especulaciones sobre su alejamiento del elenco kirchnerista quedan ahora desacreditadas.

Su trayectoria como empleado del Nación es reconocida como una virtud por la línea gerencial del banco, de gran influencia en el manejo cotidiano de la entidad. Quienes pasaron por allí en los más altos cargos indicaron a este diario que es muy difícil gestionar el Nación con “la línea” en contra. Fabrega también es reconocido como un hombre de trabajo, de gestión, y de muy bajo perfil. Uno de los directores que lo acompañarán es el ex senador correntino Fabián Ríos, también de confianza de los Kirchner.