Grecia recibió ayer el segundo paquete de ayuda financiera. Este vez, el auxilio llegó de parte de los países europeos, que aportaron más de 14 mil millones de euros para que pueda afrontar sus compromisos de deuda, en buena medida contraídos con el sector financiero de los propios países que ahora prestan el dinero. Por otra parte, la crisis europea marcada por la dinámica del capital financiero especulativo comienza a reflejarse en el armado institucional del bloque. Los gobiernos de los 27 países acordaron un proyecto de regulación de estos hedge funds. Otra de las medidas de ayuda financiera provino del Banco Central Europeo (BCE), a través de la compra de bonos soberanos. Esa institución ayer “esterilizó” la operación, cuando retiró liquidez del mercado por el mismo monto inyectado la semana pasada.

La crisis en Europa estalló con la virtual cesación de pagos griega pero responde a un problema estructural derivado de la unión monetaria, que perjudica a los países que no tienen una estructura industrial competitiva como la alemana o la francesa. Esto provocó un panorama general de alta desocupación y déficit gemelos. En este contexto, existe una creciente dificultad para afrontar los vencimientos de deuda. La situación se ve exacerbada por la operatoria del capital financiero especulativo, que impulsa corridas y deteriora aún más la posición financiera de estos países muy endeudados.

En este sentido, los ministros de Finanzas de la UE, reunidos en Bruselas, consensuaron un proyecto que prevé regular los hedge funds –altamente especulativos– y los fondos de capital de riesgo y de inversión. Según la posición final adoptada, los fondos especulativos con sede fuera de Europa pero que tengan un gestor en el bloque deberán informar sobre los riesgos y estrategias de inversión. “Hemos alcanzado un acuerdo general. La Presidencia tiene un mandato para iniciar negociaciones con el Parlamento Europeo”, dijo la ministra de Finanzas española, Elena Salgado.

Fue el resultado de una dura disputa con los británicos, que buscaban que con la autorización de un solo miembro los hedge funds puedan operar en toda Europa a través de la confección de una especie de “pasaporte comunitario”. Esa iniciativa fue finalmente desactivada. En Londres se gestiona el 80 por ciento de los fondos especulativos que operan en el continente, con lo que el lobby empresarial es muy fuerte. De hecho, el actual proyecto acordado tuvo que esperar hasta que pasaran las elecciones en Gran Bretaña, que consagraron a David Cameron como primer ministro.

Los fondos especulativos gestionaron entre 1,2 y 1,3 billón de dólares el año pasado en todo el mundo, y es la primera vez que la UE avanza en este tipo de iniciativas, generalmente desactivadas por los ingleses. No obstante, la última palabra la tiene el Parlamento europeo, que defiende una posición más liberal y más cercana a los británicos.

Por otro lado, Grecia, que es el eslabón más débil del bloque y viene sufriendo estos ataques especulativos, recibió la primera “cuota” del paquete de ayuda financiera por 14.500 millones de euros de parte del Eurogrupo. Es el segundo de-sembolso, ya que la semana pasada fue el FMI el que le envió unos 5 mil millones de euros. Buena parte del auxilio será utilizado hoy para afrontar vencimientos de deuda por unos 9 mil millones de euros.

El total del salvataje para Grecia es por 110 mil millones de euros para los próximos tres años, de los cuales 80 mil millones provienen de los países miembros de la zona euro y los restantes 30 mil millones del FMI. Además del pago de los vencimientos de deuda, el gobierno griego confeccionará un fondo de estabilidad para garantizar la solvencia del sistema bancario. A cambio se le exige un duro plan de ajuste, doloroso para los trabajadores, y que encima debilita la capacidad de repago de la economía griega. Las medidas regresivas contemplan la baja de salarios, reducción del gasto público en materia social y aumento en la edad jubilatoria, entre otras. En este sentido, los sindicatos mayoritarios convocaron a una huelga general de 24 horas para mañana.

Otra parte de la ayuda financiera a los países más comprometidos provino desde el BCE, que compró deuda pública por 16.500 millones de euros durante la semana pasada. Esa operación fue “esterilizada” ayer “para neutralizar posibles presiones inflacionistas”.