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Los negocios de los bancos privados que operan en el país siguen ajenos a las turbulencias internacionales. En el primer trimestre del año obtuvieron en su conjunto una ganancia de 2298 millones de pesos, un 34,5 por ciento por encima del resultado obtenido en igual lapso del año pasado, según el último Informe sobre Bancos que difundió el Central. Las entidades acumularon en los últimos doce meses la cifra record de 9152 millones de pesos de utilidades. El documento señala además un aumento de la intermediación financiera, “conservando una tendencia evidenciada sobre el cierre de 2009”.

Entre los motores de la actividad se destacó el crecimiento en el margen financiero, de 2063 millones de pesos en febrero a 3069 millones en marzo, que reflejó los mejores resultados por títulos valores y los ingresos netos por servicios. Ese repunte fue “parcialmente compensado por mayores gastos de administración, en el marco de la entrada en vigencia de acuerdos salariales del sector”, acotó el Central.

“El incremento interanual de la rentabilidad alcanzó a todos esos grupos homogéneos de entidades”, resaltó el informe. Por su parte, el financiamiento al sector privado creció 2,4 por ciento en marzo y 12 por ciento interanual en el primer trimestre, lo que se explicó principalmente por los bancos privados extranjeros y por el dinamismo de las líneas para consumo.

El crédito a empresas, por su parte, “continuó aumentando en el comienzo del año a un ritmo moderado, destacándose el crecimiento del tramo de las financiaciones con menores saldos residuales”, señaló el Informe sobre Bancos. Es así que el ratio de irregularidad de las financiaciones al sector privado cayó levemente en marzo, hasta 3,3 por ciento, debido principalmente al comportamiento registrado en los bancos privados de todo el sistema.

El indicador de morosidad bajó 0,5 punto porcentual desde el máximo alcanzado a mediados de 2009, fundamentalmente por el desempeño de las líneas para consumo de los hogares. En esas operaciones el ratio de irregularidad pasó de 6,4 a 5 por ciento, “en un marco en que el saldo en situación irregular dejó de crecer en bancos privados y entidades financieras no bancarias”.