La australiana Sharan Barrow, nueva presidenta de la Confederación Sindical Internacional, llenó de elogios a Cristina Fernández de Kirchner. Fue a recibirla a la puerta del centro de convenciones de Vancouver y luego de darle un abrazo le agradeció su presencia en el congreso. “Estoy entusiasmada por recibir a una luchadora incansable por la justicia social”, le regaló. A su lado estaba Guy Ryder, presidente saliente de la CSI, quien se refirió a la presidenta argentina como “una vieja amiga de la CSI”. Junto a la mandataria se encontraban el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el jefe de la CGT, Hugo Moyano; el titular del gremio de la construcción, Gerardo Martínez, y el de peones de taxi, Omar Viviani. Las sonrisas continuaron hasta que apareció el tema del Mundial. Fue cuando se acercó uno de los delegados sindicales de Brasil, quien le pidió a Cristina sacarse una foto. Ella aceptó con la condición de no mencionar una palabra de fútbol. “Con Brasil está todo bien mientras no hablemos de futbol”, insistió. Ryder aprovechó para advertirle: “En la sala hay muchos italianos”. “De Italia mejor no hablemos, pobres italianos, qué mala tarde”, contestó la Presidenta.