El Indice de Precios al Consumidor que elabora el Indec registró en agosto una suba mensual de 0,7 por ciento, movilizado por el aumento en la medicina prepaga, el rubro indumentaria y alimentos y bebidas. Si la comparación se realiza frente al mismo mes del año pasado, el alza llega al 11,1 por ciento, mientras que en los primeros ocho meses del año el incremento fue de 7,5 por ciento. Para las consultoras privadas, que disponen de una capacidad mucho más limitada para llevar a cabo los relevamientos, la inflación de agosto fue cerca del doble que la oficial. Por otro lado, para el Indec los precios mayoristas avanzaron 0,9 por ciento y el costo de la construcción, 2 por ciento.

En agosto el rubro que lideró la suba del IPC fue Atención médica y gastos para la salud, con un alza mensual de 3,1 por ciento. El aumento en las cuotas de las prepagas y de medicamentos determinó este comportamiento, que explicó casi el 20 por ciento de la variación general del índice. En el caso de las empresas que brindan el servicio médico, el ajuste de precios fue autorizado en su momento por Comercio Interior, aunque no de manera formal, ya que no existe por ahora un marco regulatorio para la actividad, que cuenta con cuatro millones de afiliados.

En segundo lugar se ubicó Indumentaria, con un alza frente a julio de 1 por ciento, a partir del cambio de temporada. En este segmento, es relevante el accionar discrecional de las grandes marcas, que se benefician de la totalidad de los aumentos sin permitir la suba de costo de provisión, es decir del precio que reciben los talleristas, que poseen menor poder de negociación en la cadena de valor. En la comercialización, el mercado es relativamente segmentado, ya que la diferenciación de productos limita la competencia. El Indec registró el mayor alza en ropa interior (1,5 por ciento), mientras que ropa exterior lo hizo en 1,2 por ciento.

Por su parte, Alimentos y bebidas avanzó 0,8 por ciento, explicando el 30 por ciento del total del movimiento del IPC. Los productos que más subieron de este segmento fueron las bebidas alcohólicas, con 2,7 por ciento. Le siguieron azúcar, miel, dulces y cacao, con 1,3, y verduras, que avanzó 1,2 por ciento. En tanto, aceites y grasas y productos lácteos y huevos subieron ambos 1 por ciento. La regulación oficial sobre otros productos permitió que el índice del bloque no haya aumentado aún más.

El rubro Equipamiento y mantenimiento del hogar creció 1 por ciento, incluyendo a artículos de limpieza, electrodomésticos y muebles, entre otros. Por debajo, el alquiler de la vivienda subió 0,6 por ciento, mientras que Transporte y comunicaciones aumentó 0,1 y educación, 0,2 por ciento. Durante agosto los precios del turismo cayeron 1,5 por ciento, ya que la comparación se realiza frente a julio, mes de receso invernal. En líneas generales, los bienes durante agosto crecieron 0,8 por ciento, mientras que los servicios lo hicieron en 0,6 por ciento.

De la mano de la recuperación económica después del impacto de la crisis internacional, la economía local volvió a mostrar tasas de inflación parecidas a las registradas antes del desplome global. Según coinciden analistas de diverso origen académico, la suba de precios anual esperada para todo 2010 tiene un piso del 20 por ciento. Entre ese piso y un techo del orden del 25 por ciento oscilan las estimaciones privadas.

En este marco, los asalariados registrados de los gremios con mayor poder de negociación han podido resguardar su poder adquisitivo y en algunos casos aumentarlo. Sin embargo, la situación es diferente para los trabajadores formales sin la posibilidad de negociar colectivamente o para los empleados “en negro”, que representan más de un tercio del total.

Según mediciones privadas, que utilizan muestras muy reducidas en comparación con las del Indec, la inflación en agosto se ubicó cerca del doble que la oficial. Para el Estudio Bein, el IPC creció 1,3 por ciento, mientras que Buenos Aires City, que encabeza la ex funcionaria del Indec Graciela Bevacqua, registró un incremento de 1,5.

Por otra parte, el índice de precios mayoristas subió 15,1 por ciento en doce meses, en tanto que el costo de la construcción trepó 17,4 por ciento en un año.