EL MUNDO › CRUCES ENTRE PIñERA Y BACHELET POR LA HUELGA MAPUCHE

Dardos en el Bicentenario

Mientras Bachelet recordaba que en su gobierno se enviaron proyectos para modificar la Ley Antiterrorista que la derecha rechazó, el oficialismo chileno señalaba que la ex presidenta falló en sus políticas respecto de la Araucanía.

 Por Christian Palma

Desde Santiago

Chile es un país apegado a las tradiciones. Este viejo axioma quedó de manifiesto ayer cuando el presidente Sebastián Piñera –tal como sucediera en 1910 para el centenario de la República– participó de un homenaje que el Senado y la Cámara de Diputados realizaron con motivo del Bicentenario, que comenzó a celebrarse de manera oficial con un Congreso Pleno en Valparaíso, puerto ubicado a 120 kilómetros de Santiago.

Antes de subir al estrado, Piñera escuchó los discursos de Alejandra Sepúlveda y Jorge Pizarro, presidentes de ambas cámaras, los cuales no eludieron el tema que está marcando estas festividades: la huelga de hambre que llevan adelante una treintena de comuneros mapuches y que hoy cumple 67 días.

Sepúlveda entró con todo al ruedo al pedir “perdón, mil veces si es necesario, por la falta de diálogo y de entendimiento”. Pizarro, por su parte, también recalcó la necesidad de tender puentes de entendimiento.

A su turno, Piñera valoró la asistencia de sus antecesores en el principal cargo del país. “Agradezco a los que hoy nos acompañan en este Congreso: Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet (muy ovacionada por la concurrencia). Su presencia en este acto vale más que mil palabras y da cuenta no sólo de la trascendencia de las fechas, sino de la solidez de nuestra democracia y la madurez de nuestra amistad cívica, que superan por mucho las legítimas diferencias que nos distinguen”, dijo generando un aplauso generoso de los asistentes.

Si bien el mandatario hizo un guiño a los cuatro presidentes de la Concertación, las declaraciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición respecto de la situación de los mapuches venían marcando la jornada desde temprano.

Piñera insistió en pedir a los comuneros mapuches que depongan la medida al asegurar que “vamos a utilizar todos los instrumentos del estado de derecho para resguardar la integridad física y la vida de los 34 comuneros que están en huelga de hambre”. Sin embargo, lo acotado de su planteamiento a un hecho que tiene conmocionado al país fue criticado por la oposición.

Con anterioridad al acto en Valparaíso, la ex presidenta Michelle Bachelet (2006-2010) había declarado que “cada gobierno asume lo que le corresponde”, respondiendo a las críticas que atribuyen a su administración no haber solucionado el conflicto.

Bachelet recordó que en su gobierno se enviaron dos proyectos de ley (uno que modificaba la Ley Antiterrorista y otro de reforma a la Justicia Militar) que no prosperaron por la negativa de la derecha. “Si los contáramos como leyes aprobadas no estaríamos viviendo la situación que estamos viviendo. Hay una huelga de más de 60 días y el gobierno tiene que hacer su trabajo, sentarse a dialogar y resolver el problema”, sentenció.

Desde la UDI, la derechista coalición que sustenta al gobierno, el senador Hernán Larraín respondió que “el gobierno de la presidenta Bachelet falló en sus políticas respecto de la Araucanía. Esa región además es más pobre e indigente, lo que acredita que se fracasó”, sostuvo.

Al final de la ceremonia en el Congreso, y con las declaraciones de todos los actores en los oídos, el ex presidente Patricio Aylwin defendió su administración (1990-1994) alegando que en la dictadura no hubo ningún interés por el pueblo mapuche y los otros pueblos originarios. “Las políticas y la legislación en favor de los pueblos indígenas parten con mi gobierno”, aseguró.

Ricardo Lagos (2000-2006) reconoció “una deuda pendiente con los pueblos originarios” aunque recordó que la “Ley Antiterrorista se intentó modificar primero en 1991 y después no hubo mayoría para modificarla. Entonces, yo creo que es erróneo hablar de lo que heredé”, dijo.

Al final del día, el obispo Ricardo Ezzati, convocado por el gobierno para tratar de dialogar con los mapuches en huelga, comenzó su trabajo con la idea de transmitir a los comuneros lo que conversó con los ministros del Interior y de la Secretaría General de la Presidencia y tratar de acabar con un conflicto que amenaza con empañar el Bicentenario, a través de la creación de una mesa de diálogo.

En paralelo, la discusión respecto de las modificaciones a la Ley Antiterrorista y a la Justicia Militar, otra de las peticiones de los comuneros mapuches presos, para terminar el ayuno, se siguen discutiendo en el Congreso.

Otra de las declaraciones de ayer de Piñera, que levantaron polvo en medio de su discurso en el Congreso, fue su alusión a que el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 fue a causa de una “democracia enferma”. “En 1973 tuvimos un quiebre de nuestra democracia, pero si lo miramos con objetividad y sin pasión, creo que todos debemos concluir que ese quiebre no fue algo súbito. Ciertamente fue evitable, pero obedeció a una democracia que venía enferma de mucho antes.”

El diputado del PC, Lautaro Carmona, respondió que “el pueblo y los trabajadores no estaban enfermos. Los enfermos eran los que estaban conspirando, los que mataron, los que construyeron el golpe”.

A su vez, la presidenta del Partido por la Democracia, Carolina Tohá, comentó que “creo que fue innecesario, inadecuado, que (Piñera) deslizara unas palabras que daban a entender una especie de justificación del golpe de Estado. Creo que en el marco de esta celebración era totalmente innecesario hacer esos planteamientos”.

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Un mapuche se manifiesta frente a La Moneda en apoyo a los comuneros en huelga de hambre.
Imagen: EFE
 
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