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Los candidatos para reemplazar a Dominique Strauss-Kahn al frente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde y el mexicano Agustín Carstens, comenzarán una gira internacional para captar el apoyo de los países que integran el organismo. Una de las primeras paradas de ambos será Brasil, país que forma parte del Brics, junto a Rusia, India, China y, recientemente, Sudáfrica. Quien lleva la delantera es Lagarde. Esta semana fue respaldada por los países que integran el G-8. Desde el gobierno argentino no se pronunciaron oficialmente por ningún candidato. Sin embargo, el ministro de Economía, Amado Boudou, dijo que la elección debería considerar las capacidades individuales de los candidatos y no los intereses particulares de cada país.

Lagarde y Carstens presentarán sus candidaturas a la jefatura del FMI la semana próxima en Brasil. El lunes será el turno de la francesa, mientras que el miércoles llegará al país carioca el mexicano. Ambos mantendrán encuentros con el ministro de Economía, Guido Mantega, y el titular del Banco Central, Alexandre Tombini. “Brasil tiene como prioridad que el próximo jefe del FMI mantenga la agenda de reformas y reestructuración, dando más espacio a los países emergentes”, sostuvo Mantega.

Por otro lado, Carstens recibió el apoyo de Uruguay y del titular del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno. El titular del Banco Central del país vecino, Mario Bergara, recordó que cuando Carstens ocupaba un cargo de gerente en el FMI “llevó adelante negociaciones para que Uruguay pudiera salir de una crisis financiera”.

“El nombramiento de la francesa Lagarde está asegurado.” Así se manifestaron ayer fuentes europeas, luego del encuentro que mantuvieron los líderes de las principales potencias del mundo (G-8). Desde su creación, en 1945, el FMI está dirigido por un europeo. Este es un dato que juega a favor de la francesa. Otro dato que posicionaría mejor a la europea tiene que ver con la profunda crisis que atraviesa el Viejo Continente. “Una europea podría estar más enfocada en la situación que atraviesa la región”, sostuvieron fuentes cercanas a los líderes del G-8.

Ambos candidatos a ocupar la titularidad del FMI son vistos desde el gobierno nacional como funcionarios conservadores. Por ejemplo, Lagarde fue una de las arquitectas de los rescates y programas de ajuste diseñados por la Unión Europea y el FMI para Grecia, Irlanda y Portugal, mientras que el mexicano se ha pronunciado a favor de la flexibilización del mercado de trabajo en su país.