El Ciadi, el tribunal de resolución de controversias del Banco Mundial relativas a inversiones, aceptó la demanda de bonistas italianos contra el Estado argentino por bonos en default. La cifra en juego llegaría a 1000 millones de dólares. La causa se inició en 2006, cuando los bonistas con titulos públicos defaulteados argumentaron que dichos papeles soberanos deberían ser considerados como una “inversión”, y de esa manera dieron jurisdicción al Ciadi. Tras conocerse la medida, el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, afirmó que “se abre una puerta peligrosa por la cual podrían eventualmente canalizarse reclamos hacia otros países que hoy enfrentan situaciones de deuda muy complejas”.