La Unasur celebrará hoy la primera reunión del Consejo Suramericano de Economía y Finanzas en Buenos Aires. El objetivo del encuentro entre ministros de Economía y banqueros centrales es consensuar un set de herramientas que permitan enfrentar como bloque los coletazos de la crisis internacional. Los equipos técnicos se encontraron ayer para avanzar en la elaboración del documento que trazará los lineamientos para coordinar una respuesta regional a posibles ataques especulativos y la contracción del comercio exterior. Para eso analizan distintos instrumentos concretos, como recapitalizar la Corporación Andina de Fomento, una suerte de banca de de-sarrollo latinoamericana, para aumentar su capacidad prestable, así como impulsar la constitución de un fondo regional de reservas. También se busca impulsar la desdolarización del comercio bilateral y relanzar el postergado Banco del Sur.

La magnitud de la crisis financiera y las fortalezas relativas exhibidas por los países de la Unasur desde 2008 permitieron a los presidentes del bloque iniciar un trabajo conjunto en materia económica para coordinar mecanismos de defensa distintos al abordaje recesivo que llevan adelante Estados Unidos y la Unión Europea. El acto constitutivo del Consejo Suramericano de Economía y Finanzas apunta precisamente a consolidar ese proceso de independencia económica e integración regional. El lanzamiento estaba agendado para comienzos de junio, pero las cenizas del volcán chileno Puyehue obligaron a reprogramarlo. Las tensiones que despertaron la disputa política en Estados Unidos alrededor del límite de endeudamiento externo de ese país y la caída en las Bolsas de todo el mundo allanaron el terreno para que el encuentro se concrete.

Los ministros de Economía dieron el primer paso la semana pasada en Lima, y la reunión de hoy, donde también participarán algunos banqueros centrales, dará lugar a nuevas líneas de trabajo. El objetivo es que esas iniciativas permitan poner en práctica la coordinación de una porción de las reservas internacionales, los controles de capitales, la profundización del comercio intrabloque y el financiamiento de los procesos de desarrollo. Funcionarios de las delegaciones de Argentina, Ecuador, Venezuela y Uruguay consultados por Página/12 coincidieron en destacar que “para la creación de un fondo de reservas regional es necesario conformar un grupo de trabajo que lleve a cabo los estudios técnicos; también se requiere un profundo trabajo político para establecer mecanismos de funcionamiento claros y lo suficientemente flexibles para responder a las asimetrías regionales”.

En el borrador del comunicado conjunto consensuado hasta ayer por la noche por los equipos técnicos del Grupo de Trabajo de Integración Financiera que encabeza el viceministro de Economía, Roberto Felleti, figura la posibilidad de utilizar como plataforma el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR). Si fuera así, deberían asociarse un grupo de países que no forman parte, como Brasil y Argentina. Según pudo saber este diario, los funcionarios no hablaron de la magnitud que deberá alcanzar la FLAR y tampoco descartaron la posibilidad de crear otro instrumento.

Desde las delegaciones de Venezuela y Ecuador destacaron durante las conversaciones que si prospera el impulso al FLAR, las condiciones de acceso a sus fondos deberán ser rediseñadas. A su vez, en el directorio del Banco Central y el Palacio de Hacienda advierten que existen limitaciones políticas y enfatizan la necesidad de analizar en profundidad el tema para establecer las condiciones del acceso a ese mecanismo. En última instancia, la negociación dependerá de la voluntad de Brasil para apuntalar el instrumento. Las reservas internacionales custodiadas por la autoridad monetaria brasileña superan los 350.000 millones de dólares.