El grupo financiero La Caixa, la constructora Sacyr-Vallehermoso y la petrolera Pemex, los tres principales accionistas de Repsol, están presionando al presidente de la firma española, Antonio Brufau, para que llegue a un acuerdo con YPF y ponga fin a las demandas judiciales. El diario económico español Expansión informó el jueves que el “pedido” se produjo a comienzos de mes durante una reunión en Barcelona entre los principales directivos de esas compañías con Brufau. En esas negociaciones, la mexicana Pemex habría amenazado con su salida de Repsol si formar parte de su capital –en la actualidad posee el 9,37 por ciento de la compañía– le complica la posibilidad de ampliar sus negocios en la Argentina. La firma mexicana tendría interés en participar de la exploración de los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta. El medio español afirmó que Repsol restableció una comisión negociadora para retomar el diálogo con la parcialmente nacionalizada YPF.

Repsol reclama en los tribunales internacionales 10.500 millones de dólares por la expropiación de sus acciones en YPF; sin embargo, no todos los accionistas de la empresa están de acuerdo con el curso de acción decidido por Brufau. Los directivos de La Caixa (Isidoro Fainé), Sacyr–Vallehermoso (Manuel Manrique) y Pemex (Emilio Lozoya) se habrían reunido con el directivo catalán para reclamarle un cambio de posición. En la petrolera española existe una fuerte puja de poder entre el empresario catalán y Fainé, presidente de La Caixa, accionista principal de Repsol con el 12,23 por ciento, quien por su parte mantuvo diferentes reuniones con autoridades del gobierno argentino desde la renacionalización de YPF. La participación de Sacyr-Vallehermoso, la otra socia que reclama una solución al conflicto, asciende al 9,52 por ciento.