En enero, la economía creció 1,2 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, al tiempo que anotó una contracción del 0,4 por ciento en relación con diciembre. Así lo informó ayer el Indec. Las tensiones cambiarias de las primeras semanas del año, con incrementos desmedidos de precios, caída de casi tres mil millones de dólares de reservas del Central, aumento de las tasas de interés de referencia de 10 puntos y la devaluación, que hizo pasar el dólar de 6,8 a 8 pesos, fueron elementos que moderaron el ritmo de expansión económica. La mayor estabilidad a partir de febrero permitiría recuperar dinamismo para el resto del año. El consumo, la construcción y la producción agropecuaria serían factores centrales de este crecimiento.

La actividad económica registró cierta desaceleración en el primer mes del 2014, cuando se vivió la mayor corrida hacia el dólar de los últimos años, el Central registró una pérdida de 300 millones de dólares por día y los empresarios incrementaron en forma desmedida sus precios, lo cual se explicó por mayores expectativas de devaluación del tipo de cambio y la tendencia de los comerciantes a remarcar productos para protegerse de posibles aumentos de costos de las mercaderías. Esto afectó decisiones de consumo de la población, al tiempo que limitó las decisiones de inversión de empresarios. En cuanto a las exportaciones, el complejo agropecuario potenció sus maniobras especulativas, limitando las ventas de la cosecha, con el objetivo de obtener ventajas cambiarias a partir de retener el stock de oleaginosas y cereales. A su vez, los despachos del sector automotor computaron un retroceso, por una menor demanda de autos en el mercado interno y de la región.