Una de las estrategias de Monsanto para aplicar su nuevo contrato, denunciado ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia por supuesto abuso de posición dominante, fue incluir dentro del acuerdo a tres semilleros para la comercialización exclusiva de su soja Intacta. Una de esas empresas es la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), entidad vinculada con Coninagro, que en los últimos años alcanzó el 9,68 por ciento del mercado en la exportación de granos. Sin embargo, no todos los integrantes están a favor del acuerdo con la multinacional. El presidente de la entidad gremial, Carlos Garetto, afirmó ayer que él “no recomendaría la firma de este tipo de contratos”. La participación de ACA en el acuerdo con Monsanto podría explicarse por el volumen de exportaciones de soja que ha tenido en el último año. Entre enero y octubre de 2013, vendió al exterior 1.184.085 toneladas de granos, mientras que Nidera, la otra empresa que participa del convenio denunciado, exportó 426.466 toneladas.

Según el nuevo esquema comercial de Monsanto, los únicos semilleros autorizados para vender la nueva soja son Nidera, Asociados Don Mario S. A. y ACA. Entre las dos primeras concentran el 80 por ciento del mercado de semillas. También puede participar la empresa Asgrow, que es propiedad de Monsanto. Con el discurso de una supuesta mejora en los rendimientos de la cosecha de soja, la multinacional norteamericana “ofrece” contratos de exclusividad para adquirir las semillas con los tres semilleros mencionados, pero también especifica que el producto deberá ser acopiado y exportado solamente por los participantes del “sistema Monsanto”. Es decir, establece quiénes deben ser los exportadores de la soja. La empresa afirmó a través de las redes sociales que sus contratos eran opcionales.

–No tengo información de que ACA esté firmando eso. Esa es una versión que no se condice con la realidad. En segundo lugar, firman los productores de manera voluntaria. Siempre les hemos dicho a los productores que antes de llegar a cualquier acuerdo lean bien para no quedar cautivos –respondió el cooperativista.

–No conozco los contratos. De todas maneras, yo no firmaría un contrato de estas características. Pero es un acuerdo entre privados que hay que respetar –insistió el empresario integrante de la Mesa de Enlace.

–Antes de firmar, leo bien las condiciones o la letra chica, que muchas veces está hecha para cambiar las condiciones generales de un acuerdo.

Durante el desarrollo del 5º Congreso sobre Biotecnología y Desarrollo Nacional que tuvo lugar en Paraná, varios integrantes de base de Coninagro habían manifestado su preocupación por el nuevo esquema de Monsanto. Las dudas de Garetto dan cuenta del cruce de opiniones que hay dentro de las entidades agropecuarias y dentro mismo de Coninagro.

De las cuatro agrupaciones que forman la Mesa de Enlace, Federación Agraria fue la única que acompañó con su firma la denuncia ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Las restantes, Sociedad Rural, CRA y Coninagro, sostuvieron el silencio, salvo por lo expresado por Garetto en declaraciones radiales.

La denuncia presentada por Fecofe, la cámara de empresas semilleras, la Federación de Ingenieros Agrónomos y FAA podría ser la antesala de un debate que llegará en cualquier momento al Congreso, sobre la actualización de la ley de semillas. Con esta presentación, los denunciantes están llamando la atención de los reguladores (el Estado nacional) para que en el nuevo texto legal no queden resquicios que permitan que una multinacional o empresa local obtenga posición dominante en el sector agropecuario.