Hoy, y desde que los conquistadores pisaron por primera vez nuestras tierras, los pueblos latinoamericanos siguen siendo vulnerables por la riqueza de su territorio. La embestida de los fondos buitre en su despiadada carrera por la acumulación de capitales, de manera non sancta, tuvo su primera respuesta inesperada: la decisión de una nación de defender su soberanía, su presente y su futuro. La actividad predatoria de estos fondos buitre refleja un problema global con impacto en los derechos humanos y que es advertido por la ONU, signando el camino de una fuerte reforma en el sistema financiero global. Parafraseando a Arturo Jauretche, “si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende”, sintetizo la postura interna conformada por una oposición que, lejos de emitir propuestas, está profundamente alineada a intereses foráneos y diametralmente opuestos a los intereses de nuestra nación. Es así que no logro comprender bajo qué Constitución juraron al momento de asumir sus cargos, dado que en la práctica misma no defienden los intereses de su electorado, aun teniendo muy en claro que esa postura significa hipotecar a la Argentina en sus recursos energéticos y acuíferos, como lo hemos visto y padecido hasta 2003 y que, desde esa fecha en adelante, la sinergia del pueblo y su gobierno, en plena sintonía, despertó la conciencia colectiva sobre el concepto de Patria. Fronteras adentro, la nueva Ley de Abastecimiento es la otra pata en la defensa de la soberanía, planteando una nueva regulación de la relaciones de producción y consumo, que establece para cualquier etapa del proceso económico márgenes de utilidad, precios de referencia, niveles máximos y mínimos de precios, con normas que rigen la comercialización, asegurando la continuidad productiva para el normal abastecimiento de productos y servicios, que impedirá el acopio de mercaderías, la especulación y el saqueo del salario de los trabajadores. Este mancomunado esfuerzo del pueblo argentino por defender nuestra soberanía en ambas fronteras, iniciado por Néstor Kirchner y hoy conducido con coraje y patriotismo por nuestra Presidenta, tiene oposición en la oposición. Paradójicamente, quienes pretenden postularse a conducir los destinos de esta nación se exhiben en la foto, de manera procaz y desafiante, con el equipo contrario. Por eso, es imprescindible informar la verdad, porque si compramos ese libreto desalentador y que nos inculca pensar mal de nosotros mismos, nos incapacita como pueblo a la hora de tomar las decisiones, con el derecho que nos asiste desde nuestra Constitución, y les dejamos el camino libre a los nuevos conquistadores, con las carabelas del siglo XXI y en contubernio con sus socios locales.

* Senador bonaerense del FpV.