Respondiendo a una invitación que le formuló el papa Francisco, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner viajará al Vaticano el 20 de septiembre próximo y tendrá allí un almuerzo privado con el jefe de la Iglesia Católica, en la residencia de Santa Marta. El anuncio fue realizado ayer en la Casa de Gobierno por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien informó también que la Presidenta accedió al convite que Francisco le hizo mediante una carta personal manuscrita, fechada en el Vaticano el 4 de septiembre último.

Cristina Fernández y Jorge Bergoglio hablaron por teléfono hace aproximadamente quince días, a raíz del accidente automovilístico sufrido el 19 de agosto por familiares del pontífice. En esa ocasión, la Presidenta saludó al Papa con motivo del fallecimiento de la sobrina política de Francisco, Valeria Carmona, de sus dos pequeños hijos (José, de ocho meses, y Antonio, de dos años), como consecuencia del accidente ocurrido en la autopista Rosario-Córdoba, del que también participó Emanuel Horacio Bergoglio. El sobrino de Bergoglio, hijo de su hermano Alberto, resultó lesionado en la misma ocasión y tras haberse recuperado fue dado de alta el 5 de septiembre en el Hospital Austral de Buenos Aires.

Fuentes del Gobierno indicaron que desde aquel diálogo telefónico había quedado abierta la posibilidad del encuentro personal. Al margen de la buena relación que se ha ido gestando entre la Presidenta y el Papa, siendo testimonio de ello las más de dos horas que el Pontífice le dedicó a Cristina Fernández en el último encuentro del pasado 17 de marzo, también en Santa Marta, no escapa al análisis que la reunión acordada ahora es también un mensaje de respaldo de Francisco hacia Argentina y la Presidenta, que en estos momentos mantienen una fuerte disputa en el escenario internacional con los llamados “fondos buitre”. El Vaticano y el propio Francisco han sido muy críticos respecto del accionar del capitalismo financiero. Se descuenta que el Papa también informará e interesará a la Presidenta sobre las iniciativas de paz que está realizando en distintas partes del mundo.

El viaje a Roma se inscribe dentro de una gira presidencial que culminará en Estados Unidos, donde Cristina Fernández asistirá a la 69ª Asamblea General de Naciones Unidas. “Sé que alrededor del 20 estará cerca de aquí, o al menos más cerca que desde Buenos Aires. Para mí sería un gusto si aceptara pasar por Santa Marta para el almuerzo del 20”, escribió el pontífice en la carta manuscrita que envió a la Presidenta y en la cual también le dice que “sigo rezando por la salud de su mamá” y en la que le pide “por favor, que no se olvide de rezar por mí”. La nota está encabezada directamente “Cristina” y firmada de puño y letra por “Francisco”.

Todavía no hay información oficial respecto de la comitiva que acompañará a la Presidenta en su viaje a Roma, pero se descuenta que estará presente el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, junto al embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero. De todos modos, el encuentro entre la Presidenta y el Papa tendrá carácter privado.

No estará en Roma el ceremoniero pontificio, el sacerdote argentino Guillermo Karcher, quien en mayo pasado generó un grave malentendido al calificar de “falsa” una nota auténtica de salutación que el Papa envió a la Presidenta con ocasión de la fecha patria y que fue difundida por la Presidencia de la Nación. Karcher se encuentra de vacaciones en la Argentina y permanecerá aquí hasta después del almuerzo entre Cristina Fernández y Jorge Bergoglio en la residencia de Santa Marta.

Francisco hizo la invitación mediante una carta personal manuscrita, fechada el 4 de septiembre último.