ECONOMíA › EL FMI TRATA HOY EL ACUERDO DE REFINANCIACION CON LA ARGENTINA
Todo listo para ponerle la firma
Lavagna llegó ayer a Dubai donde podrá seguir de cerca la reunión del Directorio del FMI. Allí se definirá el acuerdo al plan de refinanciación ya aprobado por Horst Köhler y que era resistido por los países europeos. El director gerente del FMI anticipó que está allanado el camino para su aprobación. Lavagna se entrevista hoy con Snow.
El directorio del FMI aprobará hoy el acuerdo con el gobierno argentino, que es una realidad desde hace diez días, aunque resta esa formalidad. El director gerente del organismo, Horst Köhler, confirmó ayer que el entendimiento será ratificado. Lo hizo en el lanzamiento de la asamblea anual del Fondo y del Banco Mundial, que se realiza en Dubai, Emiratos Arabes Unidos. “Es un buen acuerdo, que tiene buenas probabilidades de funcionar y sacar a la Argentina de la crisis”, elogió Köhler en rueda de prensa, para luego reiterar que el staff del FMI y varios de sus accionistas ya recomendaron al pleno del directorio su convalidación. Roberto Lavagna, que ayer arribó a Dubai, se encontrará hoy con John Snow, secretario del Tesoro de Estados Unidos, y tendrá además un aparte con David De Ferranti, vicepresidente del Banco Mundial.
La única incógnita es si los directores de todos los países del Fondo votarán a favor o si habrá algunos, como ocurrió en enero pasado cuando se sancionó el convenio anterior, que se pronunciarán en contra. En aquella oportunidad se opusieron los representantes de Holanda, Bélgica y Austria. El dato es importante porque cada gobierno dará una señal a los inversores de su país que detentan bonos argentinos en default. La atención estará puesta especialmente en los directores de Alemania, Italia, España, Francia, Japón y Canadá, que son los países donde se concentra la mayor cantidad de acreedores argentinos. La posición de Estados Unidos es pública desde hace semanas, al ser uno de los principales promotores del acuerdo.
Si aquellos países acompañan el acuerdo que cerró el staff del FMI, los inversores tendrán menos margen en la negociación por la reestructuración de la deuda. Sería una bendición para ellos que sus gobiernos se opusieran, aunque las probabilidades no están de su lado. El entendimiento entre el Fondo y la Argentina permite la reprogramación de vencimientos con los organismos internacionales y con el Club de París por 21.500 millones de dólares. El Gobierno, en tanto, les pagará intereses durante los tres años que abarca el entendimiento por 2.100 millones. El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, destacó ayer con una sonrisa que “he aprendido que los argentinos son grandes negociadores”. Lo dijo al participar de una conferencia de prensa junto a la número dos del FMI, Anne Krueger. “Argentina es un gran país”, agregó el banquero, y luego señaló que el acuerdo le parece “cumplible”.
El Banco Mundial viene ejerciendo una fuerte presión por el aumento de tarifas de los servicios públicos. El organismo es acreedor de varias privatizadas y de allí su interés en que las compañías incrementen sus ingresos. Pero el convenio con el Fondo excluyó cualquier compromiso de reajuste tarifario, y por eso Wolfensohn destacó la cualidad negociadora del Gobierno.
Otro tema que complicó las negociaciones fue el de las compensaciones a los bancos por los amparos. Néstor Kirchner rechazó que en la Carta de Intención figurara cualquier referencia al respecto. Un dato que se conoció esta semana es que el proyecto de presupuesto para 2004 no contempla ninguna erogación con aquella finalidad. La iniciativa también establece que el próximo año se alcanzará un superávit primario (es el que se obtiene antes del pago de intereses de la deuda) del 3 por ciento del PIB. La Nación aportará 2,4 puntos y las provincias el 0,6 por ciento restante. El esfuerzo fiscal trepa a 12 mil millones de pesos. La magnitud del ajuste queda en evidencia si se compara con el 0,5 por ciento promedio de superávit primario de la década del ‘90. A pesar de ello, Köhler clausuró su exposición convocando a los argentinos “a que reflexionen sobre sí mismos”.