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En una reunión con los rectores, el Presidente confirmó ayer que las universidades recibirán un incremento presupuestario en el 2004. Pero el aumento será inferior a lo que esperaban los universitarios: 64 millones de pesos más para un presupuesto que este año sumó 1991 millones. De todos modos, los miembros del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) se llevaron de la Casa Rosada una promesa de Néstor Kirchner: se crearía un fondo especial de becas de ayuda económica para estudiantes y otro fondo para impulsar el desarrollo científico tecnológico. Además, se incluiría a las casas de estudios en el Plan Nacional de Infraestructura.
Contando esas posibles partidas, las universidades nacionales recibirían otros 60 millones para obras de infraestructura y otros 30 para fondos especiales. Igualmente, el recién elegido presidente del CIN, Alberto Dibbern, admitió que la semana próxima los rectores elevarán al Congreso un pedido de aumento presupuestario de 350 millones. A la vez, pedirán que la Ley de Presupuesto 2004 incluya una mejora para los pauperizados salarios de los docentes y empleados universitarios.
En la mañana de ayer, durante más de una hora, se reunieron Kirchner, funcionarios del Ministerio de Educación y autoridades universitarias. Después de las formalidades de rigor, Kirchner dijo que “para hacer una Argentina diferente es central la educación” y pidió contar con las universidades, “con sus consultorías, con su inteligencia”, porque recibió “un Estado descerebrado. No hay aquí almacenamiento de proyectos”. Les dijo a los rectores que quiere más reuniones con ellos, pero aclaró que “no sólo para la implementación presupuestaria, sino para proyectos de distinta índole que vayan surgiendo desde su seno”.
Los representantes de las casas de estudios también exhibieron su “preocupación” por la actual subejecución presupuestaria, un problema que últimamente se repite cada año y, cada diciembre, suele culminar con un recorte de hecho. Kirchner asumió el compromiso de devengar completamente el presupuesto 2003.
“La impresión que nos llevamos es positiva. A pesar de que el aumento que reclamamos es de 350 millones, los rectores estamos dispuestos a bajar nuestras expectativas siempre que exista el compromiso firme de cumplir con lo pautado”, apuntó Mario Barletta, rector de la Universidad Nacional del Litoral, tras dejar la Rosada.