“Si se quita el sector automotor, la actividad industrial creció 1,4 por ciento este año”, dijo Kicillof.
Imagen: Carlos Brigo.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, señaló ayer que desde algunos sectores se trata de instalar que la inflación es del 40 por ciento, con el objetivo de preparar el terreno para políticas de ajuste. El funcionario fue el encargado de abrir la segunda jornada de la 20ª Conferencia Industrial que organizó la Unión Industrial Argentina (UIA), en donde se refirió a las inconsistencias de los relevamientos privados de precios, cuya publicación –juzgó– tiene una clara intencionalidad política. También apuntó a las presiones del sistema financiero sobre el tipo de cambio. “El sector financiero tiene una larga prosapia en materia de corridas bancarias”, afirmó el ministro. Reconoció una pérdida objetiva en las ventas de manufacturas, no obstante resaltó que las empresas que cotizan en Bolsa incrementaron este año sus márgenes de ganancias. Se refirió además al rol del Estado en la planificación de la actividad económica, a partir del cruce que protagonizaron en la jornada anterior la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el director corporativo de Techint, Luis Betnaza. “No hay ningún país periférico que haya tenido una industrialización sin una determinación fuerte del Estado”, ratificó el titular del Palacio de Hacienda.

El ministro arribó al Sheraton Pilar, donde se llevó a cabo el encuentro empresario, acompañado por el secretario de Comercio, Augusto Costa. Los organizadores colocaron una tarima en el estrado para la ponencia de Kicillof, un hecho que fue agradecido por el propio ministro. El vicepresidente de la UIA, José Urtubey, lo presentó con un prólogo sobre el crecimiento del sector industrial y cerró planteando si habrá acuerdo con los fondos buitre cuando venza la cláusula RUFO. Kicillof no contestó, dejó el tema de lado y se sumó al debate por la participación del Estado en la economía. “Argentina no tendría industria sin Estado. Si bien fueron las ideas neoliberales y liberales de mucho mercado las que destruyeron la industria, lo hicieron también con el aporte de los Estados. El Estado privatizador fue un Estado muy activo, con lo cual la discusión no es tan sencilla”, afirmó Kicillof.

En su exposición, que fue acompañada con una serie de filminas, se refirió a la delicada situación de la economía global, que se refleja en la caída de las compras de manufacturas argentinas. El diagnóstico del ministro tras su paso por los foros internacionales –como el G-20– es que existe una absoluta desorientación sobre qué hacer. “Estamos experimentando una pérdida objetiva de compras de productos de origen industrial en el mundo y la industria automotriz es la que más sufrió con esta reducción en la demanda”, explicó. “El problema de este año es el sector automotor. Si Brasil no compra, no se venden autos, ni plástico, ni caucho, etcétera. Si se quita el sector automotor, el desempeño de la actividad manufacturera arroja un aumento del 1,4 por ciento”, explicó. “Sobre lo que no se hizo en este país nos hacemos cargo, pero lo que sucede en el mundo no lo podemos solucionar”, dijo el titular de Hacienda.

También buscó rebatir los argumentos de pérdidas de rentabilidad para el sector privado. El funcionario reveló un cuadro con los balances de las 38 principales empresas que cotizan en Bolsa, las cuales en promedio incrementaron su margen de rentabilidad neta después de impuestos sobre ventas de 8,1 a 9,5 por ciento en el tercer trimestre del año respecto del 2013, con un aumento de 1,4 punto porcentual. En cuanto al tema de los precios, aseveró que la sensación térmica de inflación “la genera también la información”. En ese aspecto, se quejó de las publicaciones sobre el dólar ilegal para presionar sobre la moneda. “Con los actuales precios del petróleo en caída, habrá más ataques a las monedas en el mundo”, estimó.

El funcionario subrayó que los índices privados de inflación no son creíbles y que “ese 40 por ciento no sale de ningún dato concreto”. Vinculó el aumento “excepcional” de los precios en la primera parte del año con la devaluación de enero, pero descartó nuevamente que la emisión de base monetaria genere inflación y sentenció que quienes propugnan esa teoría es porque buscan impulsar un ajuste en caso de que se hagan del poder. Según informó, la emisión monetaria se ubica en torno del 19 por ciento. Por último, afirmó que el superávit primario se ubica entre 6 mil y 7 mil millones de dólares, debido a la importación de energía que se llevará entre 7 mil y 8 mil millones. Si sacamos las importaciones de energía, tendríamos un superávit de 15 mil millones de dólares. “Basta de dejar que les preparen el terreno para el ajuste”, dijo al empresariado, al que pidió que cuando defiendan la industrialización también lo hagan con la inclusión.