ECONOMíA › EN LO FORMAL NO HUBO ACUERDO, PERO HOY APROBARIAN LOS 450 PESOS
Preparan las sonrisas para la foto
La reunión de ayer de la Comisión de Salario terminó sin acuerdo entre empresarios y trabajadores. De ese encuentro fue excluida la CTA. Pero en el Gobierno aseguran que hoy se sellará el pacto.
Luego de reunirse por poco más de dos horas y con la ausencia de la CTA, que se retiró del encuentro apenas comenzado, la Comisión de Salario, mesa chica del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, no pudo llegar a ninguna cifra en común y pasó a un cuarto intermedio del que nunca regresó. No obstante, desde el Ministerio de Trabajo deslizaron que ya existiría acuerdo por 450 pesos, al menos entre el sector empresario y la CGT, lo que permitiría que hoy, en la reunión plenaria, se consiguiera el acuerdo de los dos tercios de los integrantes, los necesarios para que el órgano estableciera el nuevo piso sin que fuera necesario recurrir a un decreto del Poder Ejecutivo.
Al menos formalmente, los representantes de empresarios y trabajadores continuaron inflexibles en sus posiciones. La parte patronal sosteniendo la falta de realismo de los 450 pesos en los que –todo augura– terminará cerrándose la negociación por el nuevo salario mínimo vital y móvil. La sindical, parcialmente escindida, proponiendo la “meta” de los 730 pesos o levantándose de la negociación. No obstante, algunas fuentes cercanas a las discusiones señalaron que la única disidencia podría ser la de la CTA, minoritaria en el Consejo, pues incluso los empresarios que puertas afuera se mostraban inflexibles habrían aceptado el piso propuesto por el presidente Néstor Kirchner.
Los más optimistas fueron los voceros de la CGT, quienes a última hora aseguraron que se había logrado un “principio de acuerdo” para fijar el mínimo de 450 pesos, los que sumados a los 50 no remunerativos ya otorgados completarían 500 pesos. También dijeron que, gradualmente hasta fin de año, podría equipararse el mínimo y otros complementos con la Canasta Básica Total del Indec. A esa suma se llegaría con un aumento en las asignaciones familiares y una posible rebaja del IVA en productos de primera necesidad, que redundaría en un aumento del salario real y una disminución del valor de la canasta básica. Las fuentes empresarias, sin embargo, estuvieron lejos de compartir el optimismo sindical.
Desde la cartera laboral relataron que las “discusiones” y el acercamiento de posiciones se habrían dado a través del mecanismo de circulación de correos electrónicos. La dinámica resulta difícil de imaginar cuando, al inicio del encuentro, el asesor de la UIA, el abogado Daniel Funes de Rioja, transmutado para el Consejo en representante de Laboratorios y Alimentarias, pidió que sólo participaran de las discusión los titulares sin sus asesores. El hecho motivó que el representante de la CTA, Pedro Wasiejko, junto a sus asesores, abandonara la reunión.
Uno de los participantes de la Comisión del Salario expresó anoche que si no se consigue llegar a una propuesta común, en la reunión plenaria, prevista para las 15, se presentarán “dos despachos para ser votados”. Pero “la traba mayor no está en el valor a establecer, sino en la forma de interpretar ese valor a partir de la vigencia que esto tendrá en los convenios”, agregó.
Desde la perspectiva patronal, la mayor preocupación reside en la traba “técnica” que supone la fijación de un valor “tan alto” para el mínimo, pues ello “obligaría a ajustar por vía de paritarias toda la escala salarial”. Un conflicto que el frente empresario no quiere abrir y que, en la actual situación de poder relativo, con altos índices de precariedad y desocupación, tampoco conviene a los asalariados.