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Al tiempo que el titular del Indec admitía que la inflación de abril superó el 10 por ciento –el dato oficial se conocerá hoy–, en la Secretaría de Defensa de la Competencia se prepara una batería de medidas para tratar de contener el alza en los bienes de consumo masivo. “La industria y el comercio ya trasladaron al público el impacto de un dólar que llegó a tres pesos; si en los próximos días el tipo de cambio sube más, habrá problemas”, señaló una fuente oficial a Página/12. El Gobierno anunciará el lunes próximo la puesta en vigencia de “precios de referencia” para una canasta de alimentos y establecerá la obligación de facturar y exhibir precios en pesos. Pablo Challú, titular de Defensa de la Competencia, estaría en condiciones de anunciar también el lunes el esquema de funcionamiento de los centros de abaratamiento en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Juan Carlos Del Bello, director del Indec, confirmó ayer que el cómputo de aumento en los precios al consumidor habría estado en abril por encima del 10 por ciento. “Hasta la tercera semana de abril tenemos registrado un aumento del 10 por ciento, respecto de las tres primeras semanas de marzo”, declaró el funcionario. Del Bello señaló que los productos con mayor incidencia en la inflación de abril fueron “alimentos (envasados), harinas, aceites, productos de informática y electrodomésticos”. También refirió que los medicamentos subieron por encima del promedio.
El repunte del dólar y el nuevo piso en torno a los tres pesos empujó hacia arriba los precios de productos exportables y los importados. Según entienden en los ámbitos técnicos del gobierno nacional, los precios minoristas ya absorbieron el total de la suba en la paridad. Hasta fines de marzo, apuntan, se había producido un traslado a precios que se correspondía con una cotización de 2,50 pesos. El riesgo de escalada en los precios, interpretan, sigue atado a la evolución del dólar. “Si se mantiene en niveles cercanos a los 3 pesos, no debería haber nuevos aumentos”, señalan. “La suba del índice de mayo debería ser menor que la de abril”, agregan.
El área de comercio interior del gobierno nacional intentará poner en marcha, a partir del lunes, una serie de instrumentos que permitan generar condiciones de competencia más favorables al consumidor. Varias semanas después de haber sido planteada la idea por el presidente Eduardo Duhalde, se pondrían en funcionamiento los centros de abaratamiento en el área metropolitana. Esto es, puntos de venta de alimentos básicos y otros consumos esenciales a precios de oferta. La Secretaría de Defensa de la Competencia comenzará a difundir, por otra parte, “precios indicativos” para determinados productos de canasta –en principio, ya estaría diseñada una matriz con ocho artículos–, de modo que los usuarios y las entidades de consumidores puedan tomar como referencia esos valores en las compras. La idea es que, en la práctica, dichos valores funcionen como “precios máximos”, si voluntariamente la gente se resiste a pagar los productos por encima de los mismos. También se establecerán nuevas normas de comercialización, según las cuales todos los agentes económicos que facturan estarán obligados a hacerlo en pesos y los comercios deberán exhibir sus precios también en moneda nacional.
Con el aumento de precios estimado de abril, la inflación en los primeros cuatro meses del año habría alcanzado al 20 por ciento. Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires dio los detalles de un relevamiento hecho en supermercados porteños durante abril, en el que se observaron subas promedio del 21,8 por ciento en los precios de la canasta básica. Si a esa cifra se le suma el 16,9 por ciento de incremento del primer trimestre de este año, tal como refleja otro trabajo de la misma dependencia, el alza de los precios llega a un 42,4 por ciento desde el inicio de la devaluación.
El relevamiento capitalino se hace sobre la evolución de los precios de 50 productos de consumo básico, entre alimentos y bebidas, que integran la canasta familiar. Las principales subas en el relevamiento capitalino se registraron en rubros como la carnaza común (93,9 por ciento); la lechuga criolla (74,4); la carne picada común (52,8) y el té (50,5).