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La Cámara de Diputados podría darle hoy media sanción al proyecto de ley que faculta al Ejecutivo a crear un cargo especial sobre las tarifas de gas y electricidad destinado a obras de infraestructura. O no, y postergarlo a la espera de un acuerdo entre sectores internos del justicialismo. Tal es el interrogante que quedó ayer tras la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja con el secretario de Energía, Daniel Cameron, cuyas explicaciones sobre los fundamentos para el pedido de facultades especiales para el Ejecutivo no llegaron a conformar ni siquiera a todo el bloque oficialista. Hasta que empiece la sesión de hoy, podrían continuar las negociaciones.
Uno de los aspectos polémicos del proyecto elevado por el Ejecutivo, con las firmas del jefe de Gabinete y los ministros de Economía y de Planificación Federal, es que habilita por un lado a recaudar mediante un cargo extra sobre las tarifas de los servicios de gas y electricidad sin especificar montos ni describir los proyectos a financiar. Es decir, reclama una facultad abierta de fijar el valor de esos cargos y a cambiarlos cuando el Ejecutivo lo considere necesario.
Este aspecto fue cuestionado varias veces durante la sesión de Presupuesto y Hacienda, tanto por legisladores de la oposición como del propio bloque oficialista, en el cual se oyó con nitidez la voz de Marina Cassese. Las respuestas de Cameron, asistido por el subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar, no conformaron. Tampoco fue muy preciso. Señaló que las obras a financiar serían las incluidas en el Plan Energético 2004-2008, que prevé globalmente inversiones por 700 a 750 millones de dólares.
“Entonces, ¿por qué no van creando fideicomisos (fondos específicos) para cada emprendimiento y se discute una ley para obtener recursos en cada caso?”, sugirieron varios de los presentes, recogiendo la disidencia de Cassese. La respuesta fue tan ambigua como la explicación inicial, aunque dejó en claro una preocupación del gobierno nacional: no hay inversión del sector privado, y si ésta no se impulsa desde la acción oficial, muy pronto volverán a aparecer los cuellos de botella en el suministro energético. Sin decirlo, Cameron dejó la sensación de que el Gobierno no encuentra en los concesionarios privados las respuestas que esperaba tras la renegociación de contratos.
En esta cuestión de fondo no hay diferencias en el partido mayoritario, pero hasta anoche mantenían las diferencias con las formas que plantea el proyecto del Ejecutivo para resolverla. El otorgamiento de facultades amplísimas en materia de tributación –aunque el Gobierno se resiste a tratar el cargo especial como un impuesto– genera rechazos, que sólo se podrán salvar mediante un acuerdo político. Anoche, al terminar la reunión con Cameron, Cassese (justicialista bonaerense) expresó que “así como está, este proyecto no será acompañado por los diputados”. Inmediatamente tomó la palabra el también justicialista electo por Buenos Aires Luis Cigogna, quien replicó que “el bloque justicialista lo va a apoyar”. La diferencia quedó para resolverse puertas adentro, en el encuentro del bloque que se inició no bien terminó la sesión de la comisión, y que seguía hasta el cierre de esta edición.