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Roberto Lavagna aseguró ayer que “por primera vez en 11 años” en la Argentina se quebró la tendencia creciente en la concentración del ingreso, para lo cual se tomó de los datos provenientes de un trabajo del Banco Mundial, dejando de lado los que elabora el Indec, que llevan a conclusiones diferentes. El ministro reiteró la necesidad de recuperar “la movilidad social ascendente” y remarcó que la mejora en los indicadores de distribución del ingreso, según sus propios datos, obedece a que “en los últimos tres años se crearon dos millones y medio de puestos de trabajo, de los cuales el 80 por ciento corresponde al sector privado”.
El titular de Economía disertó en la Séptima Conferencia de la Fundación Endeavor, entidad que se propone apoyar a pequeños emprendedores para encauzarlos en la actividad empresaria. El otro punto destacado en su discurso fue el referido a las inversiones, cuya recuperación, a su criterio, “fue más grande que la que tuvieron otros países que atravesaron por crisis similares”, aunque reconoció que para mejorar la situación social se requiere un incremento de la inversión. “En el último trimestre del año pasado, el nivel de inversiones alcanzó al 21,1 por ciento del PIB y debería subir en los próximos años 2,5 puntos, hasta llegar al 23,6”, estimó.
Del impulso adicional a la inversión, según el jefe del Palacio de Hacienda, debería orientarse la mitad del esfuerzo a crear infraestructura energética y a ferrocarriles de carga, para abaratar los costos de transporte. “El resto le corresponde a la inversión privada. Hay que incrementar inversiones en maquinarias y tecnología y en la capacitación permanente de la mano de obra”, dijo el funcionario.
“Tenemos que reiniciar un ciclo de expansión sostenida, un ciclo de un capitalismo social dispuesto al fortalecimiento productivo y de la ocupación y a lograr una inserción creativa, no ingenua, de un mundo crecientemente global e independiente”, reflexionó Lavagna ante el grupo de empresarios encabezado por Eduardo Elsztain.
El jefe del Palacio de Hacienda disertó ante los empresarios por espacio de una hora, pero los aplausos más sostenidos fueron promovidos por el corto comparativo entre las costumbres culturales europeas y las argentinas, que exhibió ante la audiencia. En otro pasaje de su presentación, defendió “un tipo de cambio realista, adecuado a nuestra productividad relativa” y se mostró partidario de “una búsqueda permanente de la productividad que nos acerque progresivamente a estándares internacionales”. Con respecto a las relaciones comerciales con otros países, proclamó su opción por el comercio libre, “pero sin ingenuidades, con defensa del trabajo nacional y de condiciones de mercado que aseguren al consumidor precios competitivos”.
“No podemos reescribir la historia de los últimos 30 años, pero sí podemos asegurarnos que dentro de cinco años podamos decir que el país ha crecido sin interrupción desde abril del año 2002, es decir durante 98 meses consecutivos”, concluyó Lavagna con una frase que ya acuñó en varios de sus discursos.
Los datos sobre mejora en la distribución del ingreso los extrajo de un estudio del Banco Mundial, que señala un descenso en el índice de concentración del ingreso en los últimos tres años. Sin embargo, la encuesta permanente de hogares que hace el Indec señalaba, para el segundo semestre de 2004 –último dato publicado– que la brecha de ingresos entre la décima parte de la población de más altos ingresos y el decil más bajo, se había ampliado a 28 veces, contra 27,1 veces en el primer semestre de 2004 y 27,3 veces de octubre de 2002.
“En el último año y medio todos los puestos de trabajo que se crearon fueron en el sector privado”, subrayó el ministro, quien además destacó que desde que asumió en el Palacio de Hacienda “5,2 millones de personas dejaron de ser pobres”. El titular del Palacio de Hacienda volvió a señalar que “están dadas las condiciones para que la Argentina crezca demanera ininterrumpida” durante los próximos cinco años, de aquí al bicentenario.