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Ahora que terminó el road show internacional, el gobierno de la provincia de Buenos Aires está convencido de que la reestructuración de la deuda será un éxito. En voz baja, los funcionarios confían en llegar al 76 por ciento logrado en el canje organizado por el gobierno nacional. “Las reuniones mantenidas durante esta breve gira nos permiten ser muy optimistas”, aseguró el ministro de Economía bonaerense, Gerardo Otero, al regreso de las presentaciones en Europa y los Estados Unidos.
La deuda que se reestructura asciende a 3100 millones de dólares, incluidos los intereses impagos. La propuesta a los acreedores consiste básicamente en una quita, a valor presente, de entre 45 y 60 por ciento. Algo por debajo de lo oferta por el tándem Kirchner-Lavagna. Ese es uno de los motivos por los cuales los funcionarios son optimistas sobre el resultado de la operación.
Otero mantuvo reuniones durante toda la semana pasada con grupos de bancos en Milán, Roma, Ginebra, Zurich, Londres, Boston y Nueva York. Al regreso, reconoció que la presentación de la oferta bonaerense “se vio facilitada tras haberse concretado la reestructuración de la deuda nacional”.
Ahora, los inversores cuentas con seis semanas para comunicar si aceptan o rechazan el convite. Y una vez que se cierra ese período, será la Legislatura provincial la que tome protagonismo. Hay sectores del duhaldismo, especialmente en el Senado, que pondrán reparos a la reestructuración. Argumentan que la propuesta a los acreedores debió realizarse una vez aprobada una ley provincial, algo que no ocurrió. Y ahora prometen trabar la operación.