El crédito al sector privado cumplió 30 meses consecutivos de crecimiento. De acuerdo con un relevamiento del centro de estudios Cefid-Ar, los préstamos a individuos y empresas se expandieron en 1816 millones de pesos hasta el día 24 del mes pasado. Representa un crecimiento del 39,5 por ciento respecto del mismo período del 2005.

El Cefid-Ar –think tank creado hace un par de años por Felisa Miceli– dio cuenta en su último informe que el boom de consumo es clave para explicar la fuerte expansión del financiamiento. Salvo en el caso de las tarjetas de crédito, el resto de los segmentos para financiarse están con signo positivo.

En el último mes, los préstamos personales crecieron 4,5 por ciento y muestran una expansión de nada menos que el 73,5 por ciento en el último año. También avanzaron las líneas para comprar autos, el 1,1 por ciento, por lo que extendieron a 55,8 por ciento el crecimiento interanual. El tropezón en el caso de las tarjetas de crédito parece ser coyuntural: en el último año, el financiamiento con plásticos se elevó un 62 por ciento.

De los 1816 millones de pesos de aumento en los préstamos, 1618 millones corresponden a líneas pedidas por empresas. El documento informó que los sectores más dinámicos son el automotor y el de la construcción. La mayor parte de los créditos de junio fueron tomados a corto plazo. En este sentido, los que más crecieron el mes pasado fueron los adelantos en cuenta corriente (+7,1%). También crecieron los documentos a sola firma (+3,9%) y las garantías hipotecarias otorgadas por las compañías (+1,5%).

Las tasas de interés de los préstamos, en tanto, se mantuvieron estables. Los adelantos tuvieron un costo del 17,5 por ciento anual, cifra a la que deben sumarse los gastos inherentes a la toma del crédito. En tanto, los documentos a sola firma tuvieron una tasa promedio del 12,5 por ciento.

En cambio, las tasas cobradas por los bancos en los préstamos al consumo mostraron una leve tendencia al alza cuando se las compara con las del año pasado. Las financiaciones con tarjetas de crédito tuvieron un costo del 27,6 por ciento anual. La tasa promedio en el caso de los préstamos personales resultó del 23,9 por ciento. En este caso, se notó una merma en el costo de 2,7 puntos con respecto a lo que ocurría un año atrás.

Por último, las líneas prendarias registraron un costo promedio del 10,7 por ciento anual, un punto y medio más caro que hace un año. En la city hay consenso en que las tasas de interés tendrán un nuevo ajuste en las próximas semanas. Esa perspectiva se basa en que el Banco Central tomó diversas medidas de política monetaria, en su mayoría contractivas, que desembocarían en un incremento en los costos de los créditos.