ECONOMíA › CURIOSA VISION SOBRE EL CORRALITO
La culpa de los deudores
Cada día quedan menos dudas de que Aldo Pignanelli es un presidente polémico del Banco Central. Ayer, culpó por el corralito a las empresas y particulares que por la crisis no pueden devolver los créditos bancarios en los plazos convenidos y caen en mora. Al mismo tiempo, salió en defensa de los bancos al negar la existencia de una fuga de capitales. “Hubiera sido un robo a mano armada si la plata se la hubiera llevado alguien, si hubiera desaparecido. Pero no fue así. La plata está, pero está prestada”, precisó el número uno del BCRA.
Al respecto, el funcionario fue clarísimo. Les echó la culpa del corralito a quienes tomaron préstamos bancarios. “La plata de los ahorristas está en los bancos, prestada a gente que se compró casas y a empresas, para su capital de trabajo”. “Con la crisis económica esos créditos no fueron abonados en tiempo y forma”, explicó.
Tanto el ministro Lavagna como Pignanelli hicieron ayer esfuerzos para bajarle el tono a su pelea mediática. El titular del Palacio de Hacienda dijo directamente que mencionar la existencia de esa puja era “una tontería”. Y como ocurre cuando las parejas famosas quieren desmentir un romance aventurero, recalcó que ambos son “grandes amigos”. No obstante, Pignanelli volvió a la carga, aunque en forma menos virulenta, al defender la autonomía en el funcionamiento de la entidad monetaria. “Nosotros queremos establecer claramente nuestra autonomía. Eso es lo que marca la ley. Influidos por los acontecimientos del último año, esa independencia fue avasallada varias veces. Y así nos fue. Mientras el Banco Central fue autónomo hubo estabilidad, y después pasó lo que pasó”, remarcó el titular del BCRA.
Ayer a las dos de la tarde, Pignanelli inició su viaje a Basilea, Suiza, donde, entre otras cosas, negociará con el BID la reprogramación de un vencimiento de deuda por 500 millones de dólares. Hay dos alternativas: que el propio BID preste el dinero para que a su vez la Argentina cumpla, o bien que otro organismo internacional otorgue un “crédito puente” al Gobierno para que éste le pague al BID y evite el default.