Jueves, 21 de diciembre de 2006 | Hoy
ECONOMíA › CAYO AL 43,1 POR CIENTO LA TASA DE ASALARIADOS NO REGISTRADOS
El empleo formal creció en el último año 11,9 por ciento en áreas urbanas, más por absorción de trabajo precario que por creación de nuevos puestos.
No sólo la proporción, sino incluso la cantidad de trabajadores no registrados por sus empleadores (en negro) en áreas urbanas, disminuyó en el tercer trimestre de este año con respecto al año anterior. El análisis socioeconómico para la población mayor de 14 años realizado por el Indec demuestra que la proporción de trabajadores en negro bajó en dicho período al 43,1 por ciento del total de asalariados, el nivel más bajo de los últimos años. En un informe que simultáneamente a esta información dio a conocer el Ministerio de Trabajo, se agrega que en el último año el empleo registrado creció 11,9 por ciento, mientras que el no registrado se retrajo en un 2,2 por ciento.
“El empleo formal es el motor del crecimiento del mercado laboral”, destacó el titular de la cartera de Trabajo, Carlos Tomada, al referir que mientras el empleo registrado aumentó en un 11,9 por ciento entre los terceros trimestres de 2005 y 2006, la cantidad de trabajadores por cuenta propia se redujo en un 5,1 por ciento y la de asalariados en negro, el 2,2 por ciento en el mismo período. El resultado neto fue un aumento de la ocupación del 2,8 por ciento: es decir, crece el empleo formal más por absorción de trabajadores precarios que por creación de nuevos puestos de trabajo.
Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares que recoge trimestralmente el Indec señalan que para el período julio-septiembre de este año, el 76,2 por ciento de los ocupados eran asalariados y el 23,8 por ciento, no asalariados (cuentapropistas, autónomos, rentistas, empleadores, etc). Entre los asalariados, 43,1 por ciento no estaban declarados por sus empleadores. Es decir, se desempeñaban en negro. Esta proporción varía, entre las diferentes regiones estadísticas, desde un máximo de 50,6 por ciento en el Noroeste a un mínimo de 28 por ciento en la Patagonia.
Por rama de actividad, más de la cuarta parte de estos asalariados no declarados se desempeñaban en Servicios (servicios sociales, comunitarios y personales, salud, enseñanza y sector público suman el 27,3 por ciento) y poco menos de un cuarto en los rubros Comercio/Restaurantes/Hoteles (23,8 por ciento). En tercer lugar aparecen los trabajadores en negro de la Industria Manufacturera (14,1). Sorprendentemente, en un cuarto lugar figura el renglón Finanzas/Seguros/Bienes Inmuebles/Servicios empresariales (10,1), por delante del rubro Construcción (8,5) y Servicio Doméstico (7,9). El último rubro importante en su “aporte” de trabajadores no registrados es Transporte/Almacenamiento/Comunicación, con 6,5 por ciento de los asalariados en tal condición.
“El control del trabajo registrado es una responsabilidad que el Estado había abandonado en los ’90”, remarcó Tomada ayer al comentar estos resultados. El informe que distribuyó la cartera a su cargo destacó “la relevancia de haber cambiado el paradigma de crecimiento de empleo precario instalado durante la década del noventa, al actual que dinamiza las categorías ocupacionales que brindan condiciones laborales dignas a los trabajadores”.
Apunta el informe de Trabajo que “durante el régimen de convertibilidad, a pesar de que se crearon 1,2 millones de puestos de trabajo en diez años (de mayo de 1991 a octubre de 2001), se verificó una reducción neta de 24 mil empleos registrados”. Es decir que, paralelamente a la creación de nuevos empleos en negro, se perdían los empleos en blanco de los que ya tenían trabajo. “Esta evolución contrasta drásticamente con lo ocurrido entre el primer trimestre de 2003 y el tercero de 2006, fase en la que los ocupados se incrementaron en casi 2,9 millones, 1,6 millones de los cuales fueron en puestos registrados.”
La evolución del empleo en negro en estos tres años muestra, inicialmente, un crecimiento menor que el empleo en blanco en el mismo período (III trimestre 2003 a III trimestre 2004), un posterior estancamiento (hasta el III trimestre 2005) y un proceso de lento retroceso (2,2 por ciento) en el último año (hasta III trimestre 2006). En tanto, el empleo en blanco se mantuvo en crecimiento constante a tasas del 8 al 12 por ciento anual. Entre el inicio de este período (III trimestre de 2003) y esta última medición, la tasa de empleo no registrado se retrajo 6,6 puntos: del 49,7 al 43,1 por ciento de los asalariados.
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