La siembra del trigo de este ciclo cubría, hasta esta semana, 74,1 por ciento del área apta y “mostraba demoras en los implantes debido a la escasez que se produce en el abastecimiento de gasoil y fertilizantes”. Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, ya se cubrieron cuatro millones de hectáreas de las 5,4 millones que se preveía cultivar este año.

En la zona Centro-Norte agrícola ya se sembró la mayor parte de la superficie disponible, mientras que en el Centro-Sur de Buenos Aires y Centro-Sur de La Pampa había demoras por sequía y por problemas de abastecimiento en insumos clave: gasoil y fertilizantes nitrogenados, como la urea.

El relevamiento privado alerta, además, sobre la falta humedad en el perfil de los suelos en el sur pampeano y sudoeste bonaerense, así como la escasez y aumento de precios del gasoil.

“En las últimas semanas, no pocos lotes fueron sembrados con escasa o incluso sin fertilización y aunque se aguardan mejoras en la oferta de fertilizantes con nitrógeno, sería necesario que el abastecimiento llegue en tiempo y cantidad para no afectar el potencial productivo de los cultivos”, asegura el informe de la Bolsa de Cereales.

Además, según los expertos, una vez superadas las bajas temperaturas, se está produciendo menor liberación de los nutrientes de la materia orgánica, lo cual incrementa la dependencia de la incorporación vía fertilizantes. Hacia el sur de La Pampa y sudoeste de Buenos Aires, en tanto, las lluvias todavía no llegan, postergando las siembras en esta importante región productora. El documento insiste también con que el precio del gasoil para los productores agrícolas viene aumentando en un mercado informal que eleva los costos del sector. “El combustible se ha encarecido y en varios casos, aun bajo compras de pago anticipado, no es entregado, en tanto que muchas bocas de expendio entregan sólo cupos que hacen engorroso el aprovisionamiento”, sostiene el estudio.