Una década después de haber pronosticado que habría una emigración masiva de la industria automotriz a Brasil, el empresario Franco Macri ratificó aquella visión con un argumento difícil de replicar. “Los autopartistas son parte de la industria automotriz y la gran mayoría se fue a Brasil.” La reflexión del empresario fue motivada por una nota de Página/12 sobre las discusiones con ese país para reformular el acuerdo automotor binacional. La realidad actual, contrariamente a los pronósticos del entonces dueño de Sevel, es que no sólo están muy activas todas las terminales de aquella época sino que se están radicando otras. “Las 500 mil unidades de ahora equivalen a menos de las que se fabricaban en los ’90”, insistió Macri. Si bien es cierto que a la industria le va muy bien, si hubiera evolucionado según las proyecciones de la década pasada, la producción actual debería ser el doble, sostuvo, coincidiendo en esto con la visión de Adefa.