Sábado, 16 de febrero de 2008 | Hoy
ECONOMíA › CRECIMIENTO DEL CREDITO EN 2007
Los créditos destinados al consumo tuvieron en 2007 un crecimiento interanual de 55 por ciento, muy por encima del financiamiento orientado a la producción, que aumentó 34 por ciento. Así lo indica el informe de bancos que dio a conocer ayer el Banco Central. Si bien esta situación no es nueva, no hay señales de que se revierta en el mediano plazo. Por otra parte, el mismo documento indica que la participación del crédito privado en el PIB siguió creciendo por tercer año consecutivo alcanzando el 12,5 por ciento. Sin embargo, el nivel sigue siendo muy bajo si se lo compara con otros países latinoamericanos y particularmente con los valores previos al estallido de 2001.
“La razón del aumento de crédito para consumo está vinculada con el boom de compra de bienes durables, que han bajado de precio en todo el mundo, sumado a un cierto incremento del salario real y del empleo en el último tiempo”, aseguró a Página/12 el economista Miguel Bein. En cuanto a los créditos a la producción, la situación es otra. “Las empresas, en general, tienen una cierta liquidez de corto plazo, con lo cual la demanda de financiamiento para esos casos no es muy importante. Lo que demandan los empresarios son los de largo plazo. El problema es que los bancos no están dispuestos a entregar estos créditos porque sus depósitos son de corto plazo”, agregó Leonardo Bleger, economista del sector cooperativista.
Otro punto a tener en cuenta es que los bancos están ávidos de ofrecer financiamiento siempre que sea a tasas variables, mientras que las empresas aspiran a tasas fijas. “Para solucionar esta situación, el Banco Central tomó una medida esta semana que se denomina “Swap de tasa de interés variable a tasa fija”. Consiste en contratos que el Central les vende a los bancos para transformar las tasas de variables en fijas y estirar los plazos. Habrá que ver cómo funciona”, comentó Bleger.
La pregunta que surge es: ¿qué implica esta diferencia entre el crecimiento de estos distintos tipos de crédito? ¿Es deseable esta situación? Para Enrique Bour, economista de Fiel y docente de la UBA, lo deseable es que crezcan en forma más pareja. “Tarde o temprano se tendrá que ajustar. Una manera es que con la demanda incrementada, los precios aumenten, estimulando la producción. Sin embargo, no hay seguridad de que la producción reaccione inmediatamente. Por lo tanto, hay que tener cuidado”, indicó Bour.
Por otra parte, en el informe del Banco Central se indica que la expansión del crédito privado en los últimos tres años fue a un ritmo superior al 40 por ciento. Así la participación del crédito en el PIB llegó a 12,5 por ciento. Sin embargo, el documento no aclara que esa relación en 1997 era casi el doble del actual.
Otro de los datos relevantes es que los préstamos hipotecarios aumentaron 41 por ciento en 2007. Asimismo, se verificó en este rubro una extensión del plazo promedio de esas operaciones. Mientras que a fines de 2007 se entregaban créditos en promedio a 12 años, a fines de 2006 el plazo era de 10 años. Sin embargo, de la misma manera que sucede con la relación créditos/PIB, el monto de créditos hipotecarios fue muy bajo después de la crisis de 2001 y pese a que se registre un aumento respecto del año anterior, los actuales niveles siguen dejando una importante demanda insatisfecha de viviendas.
En definitiva, el sistema financiero argentino mantiene su senda de “normalización”, pero se encuentra lejos de volver a las situación previa a la crisis y más remota parece ser la posibilidad de apalancar el desarrollo de las industrias nacionales.
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