La Bolsa argentina cerró ayer en baja, ante una caída en los precios de las materias primas y de las acciones de Siderar y Tenaris –ambas del grupo Techint–, un día después de que Venezuela anunciara la renacionalización de una empresa relacionada con la siderúrgica (Sidor), también del grupo que lidera Paolo Rocca. Como consecuencia de estas bajas, el índice Merval de Buenos Aires cayó un 0,67 por ciento, con lo que acumula un alza de un 1,51 por ciento en los primeros días de abril.

En tanto, en el extremo del continente, los precios de la deuda del Tesoro de Estados Unidos cayeron, ya que los operadores prefirieron posicionarse en acciones antes que bonos por un optimista panorama de ganancias que eclipsaba datos que respaldan la frecuente opinión gris sobre la economía norteamericana. En este sentido, Wal-Mart, el principal minorista del mundo, aumentó su pronóstico de ganancias del primer trimestre. Esto sugirió que el crucial sector del consumidor estadounidense, que conforma más de dos tercios de la economía, no está en caída libre, aun cuando está luchando contra pesadas cargas de deuda, los precios record de la gasolina y un mercado laboral debilitado.

Del otro lado del Atlántico, las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, asegurando fundamentos sólidos para la economía de la región, no lograron impedir un desplome de las bolsas en el Viejo Continente. Así y todo, el euro volvió a tener un valor máximo frente al dólar. La moneda europea cerró 1,57 dólar. La explicación del mercado es que el central europeo dejó sin cambios su tasa de interés de referencia –mientras que se esperaba algún tipo de reducción–, justificando la decisión en la solidez de la economía frente a las turbulencias financieras. Los operadores norteamericanos descuentan una probabilidad de que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés de corto plazo en medio punto porcentual a 1,75 por ciento a fines de abril.