El Banco Central tomó las primeras medidas de peso para empezar a hacer frente a la crisis global. Imitó a su par brasileño en la línea de otorgar mayor liquidez al sistema financiero y beneficios para los exportadores. Busca “aceitar” la economía y responder a un escenario internacional de mucha mayor competencia por la colocación de crecientes saldos exportables. A la vez, la autoridad monetaria emitió un informe en el que resaltó la solidez del sistema bancario local, con subas de rentabilidad y en los préstamos al sector privado en agosto.

La entidad que conduce Martín Redrado redujo los coeficientes de efectivo mínimo (encajes) para los depósitos en moneda extranjera en las instituciones locales, con lo que incrementó en 1000 millones de dólares la capacidad para financiar las exportaciones. A su vez, los pasivos en moneda extranjera pasarán a estar sujetos a menores exigencias de efectivo mínimo, entre 4 y 15 puntos porcentuales por debajo de los actuales según la colocación. Estas medidas forman parte de las acciones que está encarando el Gobierno para prevenir los efectos de la crisis financiera internacional.

“Estos nuevos instrumentos implican una inmediata disposición de fondos en moneda extranjera para las entidades, que deben aplicarse solamente a desarrollar nuestras ventas externas”, señalaron desde la entidad. La medida tiene así el doble objetivo de asegurar la liquidez en dólares y ampliar las posibilidades de financiamiento de los sectores económicos vinculados a las exportaciones argentinas. Estas iniciativas son similares a las adoptadas ayer por el Banco Central de Brasil, que conduce Henrique Meirelles, que a su vez fueron discutidas durante la reunión anual del FMI.

En segundo lugar, se crearon opciones de venta para los tenedores de Letras y Notas del Banco Central, de manera complementaria al establecimiento de una rueda para la recompra automática de dichos títulos. El Central hará de licitaciones de esos contratos, a las que podrán concurrir las entidades financieras que mantengan en cartera Lebac y Nobac.

De esta manera, los bancos podrán contar con la seguridad adicional de obtener la liquidez que brindan los instrumentos del Central a una tasa inferior a la de la facilidad automática ya vigente. La medida tiene el objetivo de incrementar, por una vía que se suma a las ya existentes, el carácter de reserva de liquidez que tienen las Letras y Notas.

“Las dos medidas reafirman el compromiso con la preservación de la estabilidad financiera aun frente a las adversas condiciones externas, minimizando el impacto sobre las decisiones de ahorro, inversión y crédito de familias y empresas”, señalaron desde el Central.

El Central destacó que “el sistema financiero superó los recientes episodios de tensión sin ver afectado considerablemente el proceso de intermediación” y destacó que “el sector ganó 300 millones de pesos en agosto”, con lo que acumulan 3100 millones en ocho meses.